Edición Médica

Recomendaciones de la OMS para mejorar la atención del recién nacido prematuro y de bajo peso.

Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado unas nuevas directrices para mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados de salud de los bebés nacidos prematuramente (antes de 37 semanas de gestación) o pequeños (menos de 2,5 kg al nacer).
 
“Los bebés prematuros pueden sobrevivir, prosperar y cambiar el mundo, pero a cada bebé hay que ofrecerle esa oportunidad. Estas pautas ponen de manifiesto que la mejora de los resultados de estos bebés pequeños no siempre pasa por encontrar soluciones basadas en la tecnología más avanzada, sino por garantizar el acceso a una atención sanitaria esencial centrada en las necesidades de las familias”, ha manifestado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
 
Las nuevas directrices indican que inmediatamente después del nacimiento debe producirse el contacto piel con piel con la persona cuidadora, conocido como el “método de la madre canguro”, en lugar de dedicar la primera fase tras el parto al cuidado en incubadora. Este método combina el contacto piel con piel con el cuidador principal (normalmente la madre) durante el mayor número de horas posible, utilizando para ello un portabebés o un manto especial, con la lactancia materna exclusiva.
 
“Este procedimiento supone un cambio significativo con respecto a la orientación anterior y a la práctica clínica habitual, lo que refleja los inmensos beneficios para la salud que aporta el hecho de que la persona cuidadora y su bebé prematuro estén juntos tras el nacimiento, en lugar de ser separados”, ha precisado la OMS.
 
Los bebés prematuros padecen falta de grasa corporal, por ello muchos tienen problemas para regular su temperatura al nacer y, a menudo, necesitan asistencia médica para respirar. Entonces, las recomendaciones anteriores aconsejaban separarlos de su cuidador principal durante la primera fase, a fin de estabilizarlos en una incubadora o en un calentador. Este proceso duraría, de promedio, entre 3 y 7 días. No obstante, ahora las investigaciones han demostrado que empezar a aplicar el método de la madre canguro justo después del parto salva muchas más vidas, reduce las infecciones y la hipotermia, y mejora la alimentación.
 
“El primer abrazo con uno de los padres no solo es importante desde el punto de vista emocional, también es absolutamente crítico para mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados de salud de los bebés pequeños y prematuros. Durante la época de la COVID-19 hemos aprendido que muchas mujeres eran separadas innecesariamente de sus bebés, lo que puede tener consecuencias catastróficas para la salud de los que nacen prematuramente o pequeños”, ha afirmado Karen Edmond, responsable médica de la salud de los recién nacidos en la OMS.
   
“Estas nuevas directrices subrayan la necesidad de atender a las familias y a los bebés prematuros como una unidad, y de ofrecer a los padres el mejor apoyo posible en un momento que suele ser especialmente estresante y angustioso”, ha agregado.
 
Es así que estas directrices también ofrecen recomendaciones para garantizar el apoyo emocional, económico, así como para el lugar de trabajo y las familias de bebés que nacen muy pequeños o prematuros, quienes podrían enfrentarse a situaciones de estrés y dificultades extraordinarias debido a las demandas de cuidado intensivo de sus bebés y a la ansiedad que genera su estado de salud.
 
La OMS ha indicado que la prematuridad es un problema urgente de salud pública, el cual marca una tendencia creciente en términos numéricos, siendo la principal causa de muerte entre los niños menores de cinco años.
 
Cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, lo cual representa más de 1 de cada 10 bebés nacidos en todo el mundo, y un número aún mayor de bebés (más de 20 millones) presentan peso bajo al nacer, según estimaciones internacionales.
 
Sin embargo, las posibilidades de supervivencia de los bebés prematuros presentan variaciones importantes en relación al lugar de nacimiento. En los países de ingreso alto sobreviven la mayoría de los bebés nacidos a las 28 semanas de gestación o más adelante, mientras que en los países más pobres las tasas de supervivencia pueden llegar a ser de únicamente el 10 por ciento.
 
A pesar de esto, la mayoría de los bebés prematuros pueden salvarse aplicando medidas factibles y costo-eficaces, entre ellas la atención de calidad antes, durante y después del parto, la prevención y tratamiento de las infecciones más comunes, el método de la madre canguro.
 
El dato
 
Si bien estas nuevas recomendaciones están dirigidas especialmente a entornos más pobres, donde tal vez no hay acceso a equipos de alta tecnología o, ni siquiera, a un suministro eléctrico fiable, también son válidas para los contextos de ingresos altos, ya que instan a replantear la forma de prestar los cuidados intensivos neonatales, a fin de garantizar que los padres y los recién nacidos puedan estar juntos en todo momento.
 
En estas directrices también se recomienda reiteradamente la lactancia materna para mejorar los resultados de salud de los bebés prematuros y de bajo peso al nacer, ya que reduce los riesgos de infección en comparación con la alimentación con preparados para lactantes.
 
Cuando no se dispone de leche materna, la mejor alternativa es la leche humana de donantes, aunque en ausencia de bancos de leche donada se pueden utilizar “preparados para lactantes prematuros” enriquecidos.

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