Edición Médica

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una evaluación rápida de riesgos asociados a la variante ómicron XBB.1.5, que es un sublinaje de XBB, que a su vez es un recombinante de dos sublinajes BA.2.
 
Hasta el momento, del 22 de octubre de 2022 al 11 de enero de 2023, se han informado 5.288 secuencias de la variante ómicron XBB.1.5 en 38 países, la mayoría provenientes de Estados Unidos de América (82.2 por ciento), Reino Unido (8.1 por ciento) y Dinamarca (2.2 por ciento).
 
Tras analizar los datos disponibles, la OMS ha determinado que sus características genéticas hacen que XBB.1.5 puede contribuir a aumentos en la incidencia de los casos de COVID-19. Sin embargo, “la confianza general en la evaluación es baja, ya que las estimaciones de la ventaja del crecimiento provienen solo de un país, Estados Unidos”.
 
Por este motivo, la OMS y el TAG-VE han recomendado a los Estados miembros que prioricen varios estudios para abordar mejor las incertidumbres relacionadas con la ventaja del crecimiento, escape de anticuerpos y gravedad de XBB.1.5.
 
Los plazos sugeridos son indicativos y variarán de un país a otro en función de las capacidades nacionales: análisis de la ventaja de crecimiento de países adicionales donde se ha detectado XBB.1.5 (1-3 semanas); los ensayos de neutralización con seres humanos serán representativos de las comunidades afectadas y los aislados de virus vivos XBB.1.5 (2 a 6 semanas); evaluación comparativa para detectar cambios en indicadores de gravedad continuos o ad hoc (4-12 semanas).
 
“La secuenciación sigue siendo vital para detectar y rastrear la aparición y propagación de nuevas variantes, como XBB.1.5. Instamos a todos los países que ahora experimentan una transmisión intensa a aumentar la secuenciación y compartir esas secuencias”, ha enfatizado en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
 
Por este motivo, al entrar en el cuarto año de pandemia, ha pedido a todos los países que proporcionen estos datos. “Cuantos más datos tenemos, más clara es la imagen que tenemos”.
 
También ha sugerido a los países que se centren en vacunar por completo a los grupos de mayor riesgo, especialmente a las personas mayores; y que las personas tomen las precauciones adecuadas cuando sea necesario para protegerse a sí mismos y a los demás. “Es posible que no muera con esta enfermedad, pero podría dársela a otra persona que sí lo haga”, ha dicho Tedros.
 
Según datos de la OMS, desde febrero de 2022 el número de muertes por COVID-19 se ha reducido en casi un 90 por ciento cada semana. Sin embargo, desde mediados de septiembre, el número de muertes semanales reportadas se ha estancado entre 10 y 14 mil muertes.
 
“El mundo no puede aceptar esta cantidad de muertes cuando tenemos las herramientas para prevenirlas. La semana pasada, se informaron a la OMS casi 11.500 muertes: alrededor del 40 por ciento en las Américas, el 30 por ciento en Europa y el 30 por ciento en la región del Pacífico Occidental. Sin embargo, es casi seguro que este número es una subestimación dado el subregistro de muertes relacionadas con COVID en China”, ha manifestado Tedros.
 
Al respecto, ha indicado que la mayoría de los que mueren son grupos de riesgo, incluidas las personas mayores (durante los últimos seis meses del año pasado las personas de 65 años o más representaron casi el 90 por ciento de todas las muertes reportadas).

---