Edición Médica

Gustavo Dávila, coordinador general de la ANS.

Redacción. Quito
“Ante el veto total de la Presidencia de la República al Código Orgánico de la Salud (COS), nos congratulamos con esta decisión porque entendemos que se la realiza en el marco de una reflexión mesurada, que nos invita a meditar en el contexto que fue aprobada la norma”, ha indicado en un comunicado la Alianza Nacional por la Salud (ANS), plataforma que congrega a cerca de 30 organizaciones de la sociedad civil, pacientes, académicos, investigadores médico-sociales y profesionales de la salud y el derecho.
 
A criterio de la ANS, el Código de Salud no se enfocó en brindar una solución real a los problemas que enfrentan día a día los usuarios  dependientes de un sistema de salud deficiente, incapaz de resolver asertivamente los múltiples problemas que padecen los pacientes con enfermedades raras, huérfanas y catastróficas, trasplantados y con discapacidad. Tampoco protege efectivamente a los profesionales de la salud y a los funcionarios públicos dedicados a la atención sanitaria en el país, quienes “merecen estabilidad, formación continua y especialización, para garantizar una atención de calidad y con calidez, promovida por una carrera sanitaria responsable”.
 
Además, promovía la continuidad de un sistema desarticulado, anacrónico, inequitativo, que no daba lugar a la esperanza de una vida de calidad.
 
Por lo tanto, “la decisión del Ejecutivo evidencia que se pretende actuar de forma coherente luego de la experiencia de la crisis sanitaria que nos afecta, que se convirtió en escenario propicio para que aflore la corrupción imperante en el sistema”, ha señalado la ANS.
 
El colectivo ha hecho una llamado para “prepararnos para el próximo proceso de construcción del Código Orgánico de la Salud, identificando los conflictos provenientes del pseudo sistema de salud vigente, que han generado controversias administrativas, judiciales, extrajudiciales y sociales, especialmente por la corrupción flagrante y la constante vulneración de nuestros derechos”.
 
En este sentido, ha considerado que el COS merece ser analizado a profundidad y con la más amplia participación de todos los actores sociales, especialmente ahora que mediante la emergencia sanitaria se ha evidencia el deficiente sistema de salud.
 
“El veto total no hace sino reconocer el evidente desconocimiento y falta de apoyo legislativo, frente a la también deficiente normativa para la dotación responsable de los medicamentos requeridos por especialidad, aún vigente… Por estas y muchas otras razones, más allá de pronunciarnos sobre la acertada decisión de vetar totalmente el Código Orgánico de la Salud, queda la lección de que el proyecto normativo, no representó el resultado de un proceso informado y consultivo con todos los sectores sociales; no recogió las exigencias de respeto absoluto a nuestro derecho a la salud integral y a una vida digna”, ha puntualizado.
 
En este contexto, la ANS ha exhortado a construir una nueva propuesta con “actitud ética, tomando en cuenta nuestras necesidades”.

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