Edición Médica

Xavier Maldonado, Alames.

Cristina Coello. Quito
Varias organizaciones, entre ellas la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames) núcleo Ecuador, han solicitado anticipadamente al presidente Lenín Moreno vetar el proyecto de Ley de Código Orgánico de la Salud (COS), que está siendo analizado en la Comisión del Derecho a la Salud de la Asamblea Nacional.
 
Xavier Maldonado, coordinador de Alames ha señalado a REDACCIÓN MÉDICA que el proyecto de Ley “no ha sido consensuado con todos los actores” y que, durante el proceso de diálogo, en la construcción de la normativa se presentaron muchas propuestas “éstas no han sido tomadas en cuenta”, ha reclamado.
 
“Sí es necesario tener un marco normativo, pero no como el que se está planteando. No se define ciertas áreas fundamentales como el tema del financiamiento y sistema de salud, no está claramente diferenciado”, ha comentado.
 
A decir de Maldonado, “las conversaciones y acuerdos se manejaron entre actores políticos y estatales y organismos multilaterales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dejando de lado a los actores sociales”, por lo cual se sienten excluidos “de la construcción de una ley fundamental para la convivencia social y para el derecho a la salud para toda la población”.
 
La carta enviada al mandatario asegura que “el COS planteado intenta abarcar demasiados temas relacionados con la salud. Se proyecta la falsa idea de que es posible compendiar en una sola normativa todas las leyes relacionadas con la salud, lo cual impide generar un debate serio, coherente y profundo sobre estas distintas materias”.
 
Maldonado ha percibido que “se evita el debate conceptual de la conformación del sistema” de salud. “Por ejemplo -dice- la aprobación de la Ley orgánica que regula a las compañías que financien servicios de atención integral de salud prepagada y a las de seguros que oferten cobertura de asistencia médica, que debía ser parte de la discusión sobre financiamiento y regulación del sector privado en salud, se aprobó parcialmente para beneficiar a ciertos grupos empresariales”.
 
“Desde esta lógica, sería conveniente discutir parcialmente algunos contenidos legales que se diluyen en una propuesta demasiado general, que confunde sistema con red, donde no está claro el mecanismo de financiamiento, que fragmenta y segmenta el sistema según la capacidad de pago y la inserción laboral de los usuarios, que amenaza el sistema de Seguridad Social y que prácticamente anula la salud intercultural”, ha agregado.
 
Adicionalmente, “existen contenidos de carácter regresivo que deben ser analizados y debatidos con mucha responsabilidad. Por ejemplo, los derechos en salud sexual y salud reproductiva, el uso racional de medicamentos, los límites a la participación ciudadana y a la promoción de la salud, ausencia de un análisis de la determinación social de la salud para la que el ambiente, el territorio y la soberanía alimentaria son fundamentales”.
 
La propuesta de COS, ha dicho Maldonado “crea una estructura paralela que, en vez de aglutinar a los actores del sistema para concertar políticas, tiende a duplicar las funciones de la Autoridad Sanitaria, debilitando su rectoría”.  Por otro lado, delega aspectos fundamentales y de ese modo, la mayoría de las decisiones “quedarán a discreción del ministro o ministra de turno”.
 
“Señor presidente, lo que necesita el Ecuador es una Ley que regule con claridad el funcionamiento del Sistema de Salud y que garantice el derecho a la salud tal como está concebido en el artículo 32 de la Constitución”, precisa la misiva.
 
De allí que, Alames, junto a la Plataforma por el Derecho a la Salud, el Centro de Derechos Económicos y Sociales, varios movimientos de mujeres y otras organizaciones, consideran que “hay que parar definitivamente, echar todo y empezar con un código nuevo, pero que sea un diálogo real como propone el presidente”.

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