Para el Hospital de los Valles la precisión importa, implementa la cirugía robótica
La tecnología es utilizada para garantizar a los pacientes mejores resultados
Julio Enríquez, jefe de Neurocirugía del Hospital de los Valles.
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Cristina Coello. Quito
Hace pocos días, el
Hospital de los Valles ha sido el primero en utilizar una plataforma robótica para la colocación de implantes y tornillos espinales.
La nueva y revolucionaria tecnología robótica, para asistir a los neurocirujanos, le añade una medida adicional de precisión en ciertos procedimientos de columna que se realizan en el hospital, ha señalado
Julio Enríquez, jefe del servicio de Neurocirugía.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Enríquez ha recordado que la delicada cirugía de columna vertebral ha ido evolucionando y pasó de la que se realizaba con rayos X, a la neuronavegación y ahora se incluye el
brazo robótico como una herramienta adicional de seguridad y precisión.
Cuando se usaba rayos X, además de ser más riesgosa tanto para el paciente como para el personal médico por la radiación, se reportaba un
20 por ciento de pacientes con tornillos mal ubicados. Cuando llegó la neuronavegación ese porcentaje se redujo drásticamente al 1 o 3 por ciento y ahora con el brazo robótico es prácticamente sin riesgo.
Brazo robótico.
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El especialista ha dejado claro que en la cirugía de columna no solo se actúa sobre el hueso, también sobre la médula y los nervios o raíces que nacen de ella y se dirigen hacia las piernas y brazos, por ello
se requiere precisión.
Y en ese sentido Enríquez ha explicado que en columna existen patologías de diferente tipo: degenerativas, traumáticas, tumoral, deformativa, congénita, entre otras y cada una requiere un tratamiento distinto. Pero en caso de ser necesaria la cirugía, en la mayoría aún se aplica
la microcirugía.
No obstante, en aquellos casos donde se encuentra comprometida
la estabilidad de la columna y se debe colocar barras y tornillos, el brazo robótico puede ser el apoyo que ofrece al cirujano la trayectoria exacta e individualizada.
“Entonces, como no solo se actúa sobre hueso sino además
sobre tejido nervioso, entendemos que las técnicas tienen que ser muy precisas para no dañar medula, ni nervios” y en ese sentido el brazo robótico realza las habilidades del cirujano para administrar una precisión superior.
Enríquez ha aclarado que el brazo robótico puede ser utilizado en técnicas quirúrgicas abiertas como también en las cerradas o
mínimamente invasivas.
En general,
su uso en cirugía es muy beneficioso porque no solo disminuye el sangrado, también reduce el riesgo neurológico, el tiempo quirúrgico, además de las infecciones, y le otorga seguridad al paciente y al personal médico.
Por otro lado, ha insistido en que el uso de esta herramienta está enfocada al grupo de pacientes que requieren la
colocación de tornillos en columna y la técnica viene combinada con el manejo adecuado de la microcirugía.
En la primera cirugía que realizó Enríquez en el Hospital de los Valles fue necesaria una cirugía abierta pues el paciente “tenía un
desplazamiento grande de una vértebra dentro de la otra, y se necesitaba que la vertebra desplazada regrese a su sitio”, pero ya han planificado otras para los próximos días que serán mínimamente invasivas.
Otros usos
Si bien, el brazo ha sido utilizado en cirugía de columna, también está diseñado para ser aplicado en procedimientos cerebrales como la biopsia profunda.
Sin esta herramienta se hace muy difícil acceder al cerebro por el daño neurológico que se puede ocasionar. Sin embargo, el brazo permite hacerlo siguiendo una trayectoria y profundidad correcta, con un rango de error mínimo de 0.1 milímetro.
Asi pues el Hospital de los Valles se convierte en pionero en la realización de procedimientos de precisión en ciertos procedimientos de columna.
Profesionales del Hospital de los Valles en cirugía robótica.
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