Policía y Fuerzas Armadas desconocen los protocolos de manejo de cadáveres
Especialistas sugieren la cremación de todos los cuerpos
Policía y Fuerzas Armadas colaboran enla recolección de cuerpos.
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Cristina Coello. Quito
Juan Carlos Reyes y Miguel Ortiz, presidente y vicepresidente de la Asociacióin de Tanatologos del Ecuador, han reconocido que el manejo de cadáveres, producto del CoVID19 en Guayaquil, requiere de la urgente
socialización y aplicación de un protocolo, así como de una breve capacitación de las personas que lo realizan.
Aunque las autoridades gubernamentales han dispuetos que la Policía y Fuerzas Armadas apoyen las tareas de
recolección de cadáveres, esta “es una situación desconocida y no sabemos como reacciona el virus”, por lo tanto es necesario consensuar en cómo y quién realizará el levantamiento de cuerpos, ha señalado Ortíz en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
Rodrigo Hernández, miembro de la Asosiacion de Tanatologos, ha considerado que existe una “total falta de conocimiento de todos los sectores de cómo es la disposición de cadáveres. La fuerza pública nunca ha realizado esa tarea y muchos de sus miembros nunca han visto siquiera un cadáver”.
“
Nadie estaba preparado, estamos aprendiendo en el camino. El CoVID19 es una enfermedad nueva y por ello deberían ser más rígidos en aplicar los protocos de manejo de cadáveres. Ni la Policía, ni las Fuerzas Armadas conocen del tema”, ha insistido Hernández.
Según el especialista, este personal requiere de algunas
vacunas antes de realizar esas labores, como son la de hepatitis B y tétanos.
Reyes, Ortiz y Hernández, han coincidido en señalar que, aunque el protocolo de la Organización Mundial de la Salud no especifica a la cremación como única forma de disposición final,
es la mejor opción ante una enfermedad desconocida, y así los están haciendo en otros países.
En Medicina Legal de Guayaquil solo existen cinco vehículos isotérmicos, para transportar cuerpos y “
están saturados, ya no se abastecen, no es que no quieran trabajar, lo están haciendo a doble jornada”, ha relatado Ortiz.
Para Reyes, la problemática de los cadáveres se agudiza porque quienes lo realizaban antes de la pandemia ahora tienen temor de contagiarse. Además, “faltan insumos o algunos tienen
implementos que no son los adecuados. A eso se suma las trabas en el Registro Civil” entre otras cosas.
Por otro lado han advertido que la descomposición de cuerpos puede
generar otras enfermedades. Las moscas, entre otras cosas, pueden causar irritación ocular, cólera, tifoidea, disentería, lombrises, salmonelosis.
Cementerios en Guayaquil
Por su parte la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), en un comunicado oficial, ha señalado que lamentablemente la
demanda ha superado la capacidad de hornos crematorios que tiene la ciudad.
Por ello tiene un operativo para
operar las 24 horas los dos hornos crematorios, cuya capacidad permite cremar hasta diez cuerpos diarios.
El COE Nacional emitió una Resolución que entre su puntos señala que “de acuerdo a las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP)
no es obligatoria la cremación y se permite también la inhumación / entierro de las personas con antecedentes o presunción de COVID-19”.
Con esa resolución la JBG
espera regularizar los trámites para la inhumación de las personas.
“La Junta de Beneficencia de Guayaquil redobla esfuerzos y lo seguirá haciendo en la medida de sus capacidades reales”, pero ha admitido que
la situación “sobrepasa la capacidad de cualquier cementerio u hospital del país”.