MEDIDAS DE SEGURIDAD
Prevalencia de CoVID19 en el personal que atiende pacientes en hemodiálisis crónica en Menydial
Hay que estar muy atentos a cualquier síntoma nuevo en el personal para actuar rápidamente
Miércoles, 28 de octubre de 2020, a las 10:09
Cristóbal y Juan Santacruz, nefrólogos de la Clínica de los Riñones Menydial.
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Redacción. Quito
En diciembre de 2019 se reportaron los primeros pacientes con CoVID19 en Wuhan-China. El
29 de febrero de 2020 Ecuador reportó el primer caso en una mujer de 70 años que retorno desde España y que luego falleció conjuntamente con su hermana.
El virus se diseminó por todo el mundo y hasta el 20 de octubre ha producido 43.363.298 de infectados y 1.157.126 muertos. En Ecuador se registran
161.635 casos y 12.553 fallecidos, según los datos de la Universidad de John Hopkins.
La Clínica de Riñones Menydial provee los tratamientos de hemodiálisis en cinco provincias del país desde hace 30 años y atiende alrededor de 730 pacientes con 170 trabajadores. “Durante la pandemia hemos trabajado normalmente aunque con bastantes medidas de seguridad emitidas por el CDC de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de todas las precauciones tomadas
un 15 por ciento de nuestros trabajadores se han infectado con CoVID19”, ha indicado
Cristóbal Santacruz, nefrólogo de la institución.
Según ha detallado,
la edad promedio de los infectados fue de 38 años, 8 por ciento fueron mujeres y 7 por ciento hombres, 64 por ciento hacían atención directa al paciente y 36 por ciento personal administrativo. No hubo mortalidad, todos los pacientes se recuperaron, pero un 5 por ciento se hospitalizó.
Todos los casos se diagnosticaron con PCR para CoVID19 positivo, todos los enfermos realizaron
15 días de aislamiento y luego retornaron al trabajo con una prueba negativa, la mayoría tuvo una enfermedad leve que se recuperó con reposo y analgésicos, antitérmicos, sin embargo, el hospitalizado requirió además antibióticos, anticoagulantes, corticoides y oxigeno permanente por neumonía severa.
Como se puede ver en la figura el
56 por ciento del personal infectado apareció en julio coincidiendo con ser el mes de mayor incremento mensual de infectados a nivel nacional 27.432 personas según el MSP.
Empleados con CoVID19 en Menidial.
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Los principales síntomas de los pacientes fueron astenia (78 por ciento), fiebre (74 por ciento), mialgias/artralgias (72 por ciento), diarrea (20 por ciento), desaturación (15 por ciento), neumonía (5 por ciento). El diagnóstico se realizo 3 días después del inicio de los síntomas confirmándose con el PCR, máximo 5 días después. ¿Cómo o dónde se contagiaron? no fue posible determinar, pero algunos pacientes tenían varios enfermos en su familia, según información de Menydial.
Las
medidas de seguridad que se observaron para disminuir al máximo la transmisión de la enfermedad al personal fueron la utilización de equipos de protección personal, mameluco, botas, bata, mascarilla, casco, lavado frecuente de manos, distanciamiento social, utilización de guantes de látex, desinfección frecuente e intensa de toda la infraestructura sanitaria con amonio cuaternario de quinta generación, camillas, sillas de ruedas,vehículos de transporte, superficies de trabajo, tensiómetros, los pacientes utilizaban todo el tiempo mascarillas y al ingreso eran sometidos a triaje, aquellos con síntomas sospechosos (fiebre > 37.5, saturación < 90 por ciento) no ingresaban a la sala general y pasaban a chequeo por el médico.
Los pacientes CoVID19 positivo se dializaron en sala de aislados con personal diferente al de la sala general y con todos los desechables, insumos, mueblería y aparatos médicos diferentes de los pacientes no contaminados, igualmente el manejo de la basura fue separado y se cerraron áreas de convivencia social como sala de espera y de reuniones, comedor para evitar contagios. De cualquier manera y con todas las medidas de seguridad hubieron contagios, el mayor número de contagiados se produjo en el personal de atención directa al paciente, pero en el administrativo también, por lo que
todos deben observar las mismos cuidados de bioseguridad que el personal médico.
“El pronóstico es bueno, todos se recuperaron,no hubo fallecimientos, hay que estar muy concentrados observando cualquier síntoma nuevo en el personal para actuar rápida y acertadamente, nuestra vida ha cambiado con la pandemia y hemos tenido que adaptarnos a esta realidad, los costos subieron, nos ha tocado trabajar con el miedo y temor natural del personal y los pacientes, pero
hasta hoy estos han sido nuestros resultados, que son comparables o mejores a cualquier unidad renal de países desarrollados”, ha sostenido Santacruz.