Edición Médica

Las mascarillas deben considerarse como un componente clave de prevención de infecciones.

Redacción. Quito
Frente a la rápida propagación de la variante Ómicron, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus recomendaciones sobre uso de mascarillas para profesionales de la salud que brindan atención a pacientes con COVID-19, tanto confirmados como sospechosos.
 
La OMS ha señalado que antes de entrar a una habitación donde hay un paciente con COVID-19 (incluye atención domiciliaria, centros de atención a largo plazo y entornos de atención comunitaria), los trabajadores de la salud deben usar un respirador FFP2, FFP3, N95 aprobado por NIOSH, un respirado equivalente o de nivel superior o una mascarilla médica junto con otros equipo de protección (EPP) como bata, guantes y protección para los ojos.
 
En su cuenta de Twitter, el epidemiólogo ecuatoriano, Daniel Simancas, ha resaltado la importancia de esta actualización. “Máxima protección para nuestros profesionales de la salud. OMS cambia las directrices para el uso de mascarillas y respiradores ante Ómicron. Se requiere N95, FFP2, FFP3. Si ve a alguien de salud con mascarilla quirúrgica diga que no está protegido”, ha dicho.
 
En este sentido, la OMS ha precisado en su documento que los respiradores también deben usarse en entornos de atención donde se sabe que la ventilación es deficiente o no se mantiene adecuadamente. Así mismo cuando los trabajadores de la salud los prefieran o consideren que les pueden ofrecer la mejor protección posible para prevenir la infección por SARS-CoV-2.
   
Además, ha recalcado que los trabajadores de la salud deben usar un respirador junto con otro EPP siempre que realicen un procedimiento de generación de aerosoles, especialmente en unidades de cuidados intensivos, unidades de cuidados semi-intensivos o departamentos de emergencia.
 
También ha recomendado asegurarse que siempre esté ajustada adecuadamente la mascarilla (para respiradores a través de la prueba de ajuste inicial y comprobación de sellos y máscaras médicas a través de métodos para reducir las fugas de aire alrededor de la máscara), al igual que el cumplimiento del uso apropiado de EPP y otras precauciones.
 
“A la luz del aumento de la transmisión de Ómicron, el posible escape inmunológico y la cobertura de vacunación limitada en trabajadores de la salud y de cuidado en todo el mundo, la OMS hace estas recomendaciones”. Adicional ha pedido aumentar la producción, la adquisición y la distribución de respiradores y mascarillas médicas para uso en salud y entornos de atención para garantizar un acceso equitativo a los respiradores y máscaras médicas”, ha indicado.
 
La OMS ha enfatizado que el uso adecuado de la mascarilla es fundamental para garantizar la eficacia y reducir el riesgo de transmisión. Las mascarillas deben considerarse como un componente clave de un paquete integral de prevención de infecciones.

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