Edición Médica

Andrea Gómez y Enrique Terán.

Redacción. Quito
Confinamiento total por 21 días es el pedido que hacen las Federaciones Unidas de Profesionales de la Salud del Ecuador (FUPSE) al Gobierno Nacional, dado el incremento sostenido de contagios de COVID-19, la alta mortalidad asociada, la alta prevalencia de burnout en sanitarios y la saturación hospitalaria a nivel nacional.
 
Enrique Terán, médico investigador miembro del Comité Técnico FUPSE, ha manifestado en rueda de prensa que lamentablemente las autoridades no tienen una idea clara de cómo enfrentar el problema de forma que pueda generar resultados beneficiosos para la población ecuatoriana.
 
Por su parte, Andrea Gómez, médica salubrista, ha señalado que actualmente hay un exceso de caso y de mortalidad por COVID-19. “Estamos sobre los 50.000 fallecidos en relación al promedio esperado y lamentablemente en lo que va del 2021, incluso un exceso de mortalidad mayor comparado con los mismos meses del 2020”.
 
Gómez ha indicado que el problema sanitario no solo radica en la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI), que actualmente es del 100 por ciento, sino en que también hay una lista de espera que supera los 300 pacientes a nivel nacional y que se han confirmado casos de la variante de Brasil (B.1.1.28.1, alias P.1), la cual tiene una mayor facilidad de transmisión y un mayor efecto en la salud de jóvenes y adultos mayores.
 
Por estos motivos, los galenos han considerado que de no adoptar medidas oportunas en este momento el panorama es “desalentador”. Ante esto, el Comité Técnico FUPSE ha exigido a las autoridades una serie de medidas para reducir la velocidad de contagio y por ende las muertes por COVID-19.
 
Deben tomarse medidas dirigidas al confinamiento social. “No estamos hablando de parar la maquinaria productiva, pero si estamos hablando de racionalizar ese proceso productivo amparado en medidas de protección para los trabajadores y sus familias. Pero se tiene que rever el proceso de libertad social que ha llevado a que nosotros tengamos contacto permanente y contacto ilícito”, ha explicado Terán.
 
A criterio del galeno, no debe hacerse un confinamiento en unas provincias y en otras no. Entonces hay que blindar las fronteras para evitar que el virus recorra por diferentes sitios y para esto se requiere restringir completamente la movilidad “no justificada” en todo el país por un periodo de 3 semanas, como mínimo.
 
Asimismo, si el país quiere mejorar el proceso diagnóstico debe reforzarse el testeo diagnóstico PCR y de antígeno para identificar tempranamente los casos, en lugar de lo reducirse cómo está sucediendo actualmente. 
 
Además deben generarse mecanismos que permitan hacer “monitoreo genómico” de las variantes de SARS-COV-2 para determinar cómo se están diseminando en todo el país.  

 
Fupse también exige controlar el libre flujo a través de las fronteras mediante la exigencia de prueba confirmada de vacunación  completa o en su defecto prueba de RT-PCR o antígenos negativa, realizada no más allá de 48 horas antes del arribo, seguido por una cuarentena obligatoria de 10 días posteriores al ingreso al país. La falsificación de estos documentos será penada con servicio comunitario en casas de salud al cuidado de pacientes COVID-19.
 
Elaborar en conjunto con las cámaras de comercio y de la producción los protocolos mínimos necesarios para permitir que continúen sus actividades, pero al mismo tiempo garantizar el control de la trasmisión viral.
 
Declarar a los medicamentos e insumos indispensables para el manejo de los pacientes COVID-19 y para la protección de los profesionales de la salud como bien público y bajo el manejo del estado; transparentar el proceso de vacunación, con la elaboración de un plan y conforme a las necesidades epidemiológicas del país.

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