Edición Médica

Mario Palacios, presidente de la Federación Nacional de Químicos Farmacéuticos, Bioquímicos Farmacéuticos del Ecuador.

Jonathan Veletanga. Quito
En el mes de marzo el Ministerio de Salud Pública (MSP) realizará un plan piloto de externalización de las farmacias de Consulta Externa en algunas ciudades del país. Esto ha generado expectativa y preocupación en los gremios médicos, principalmente porque aún se desconocen todos los pormenores del nuevo modelo de abastecimiento de medicamentos.
 
Mario Palacios, presidente de la Federación Nacional de Químicos Farmacéuticos, Bioquímicos Farmacéuticos del Ecuador, ha indicado a EDICIÓN MÉDICA que apoyan esta decisión política, siempre y cuando contribuya a un cambio profundo en el Sistema Nacional de Salud y evite que los pacientes “peregrinen” entre las farmacias en búsqueda de los medicamentos que no hay en los hospitales públicos.
 
Para lograr estos objetivos, Palacios ha sido categórico en señalar que la externalización debe realizarse bajo determinados parámetros y, sobre todo, garantizando la estabilidad de todos los químicos y bioquímicos farmacéuticos que actualmente laboran en las farmacias de Consulta Externa.
 
“El señor Vicepresidente (Alfredo Borrero) nos aseguró que van a ser redistribuidos en las otras unidades de los hospitales donde están prestando sus servicios”, ha dicho Palacios. Ha aseverado que representantes de la Federación han participado en algunos espacios técnicos organizados por el Estado para la elaboración de este proyecto.
 
En estos diálogos, la Federación también ha argumentado la importancia de que los químicos y bioquímicos farmacéuticos se encuentren “24/7” en las farmacias privadas que van a dispensar los medicamentos de los servicios públicos, con la finalidad de dar una atención farmacéutica oportuna, hacer Farmacovigilancia, buenas prácticas de almacenamiento y dispensación, entre otras acciones relacionadas con los fármacos. Esto es “importantísimo” y el Estado se ha comprometido a aplicar una cláusula (en los convenios) para que este punto se cumpla a cabalidad, ha enfatizado Palacios.
    
Con estos antecedentes y con el objetivo de solventar ciertos puntos críticos del proyecto, la Federación ha propuesto 8 puntos que deberían estar dentro del reglamento de externalización. “Son vitales para que el proceso se maneje de una manera idónea”, ha considerado Cecilia Paula Aguayo, miembro de la Federación y del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos Farmacéuticos de Chimborazo.
 
1.- Generar un sistema automatizado en red para todas las farmacias privadas que formen parte de este proyecto, que incluya la receta electrónica y un código de seguridad para su posterior validación. “Esto es vital”, ha enfatizado. 
 
2.- Implementar una metodología para determinar qué tipo de farmacias solventarán las necesidades de cada hospital, de acuerdo a cada nivel de atención. “No todas las farmacias podrían ofertar el servicios para los pacientes”, por ello en primera instancia sería oportuno calificar a las farmacias.
 
3.- Calificar a las farmacias privadas con base a su capacidad resolutiva, antes de que sean parte de este modelo de dispensación de medicamentos.
 
4.- Dar a conocer cuántas farmacias se asignarán a cada hospital, con la finalidad de consolidar la entrega oportuna de los medicamentos y que “el paciente no deambule de un sitio a otro en búsqueda de una receta completa”.
 
5.- Crear la normativa necesaria para asegurar que las farmacias estén habilitadas 24/7/365 con la presencia permanente del profesional químico farmacéutico y bioquímico farmacéutico como corresponde. “Esto es muy importante porque actualmente no se pone en práctica el servicio de atención Farmacéutica” a nivel privado, ha sostenido Aguayo.
 
6.- Asegurar la disponibilidad permanente del stock de medicamentos, 24/7, en las farmacias privadas que se adhieran al sistema, aplicando metodologías para la planificación de la adquisición de medicamentos de cada farmacia que abastecerá al hospital. “Este es un hecho lógico que se requeriría para no redundar en el mismo problema del cual estamos partiendo: que la farmacia no cuente con todos los medicamentos necesarios para el paciente”.
 
7.- Aplicar las metodologías, instructivos y procedimientos para que cada farmacia se responsabilice de dispensar la dosis terapéutica completa, respetando la dispensación exacta de los medicamentos prescritos.
 
8.- Que se establezcan capacitaciones permanentes para el personal y propietarios de los diversos establecimientos farmacéuticos para lograr un nexo más estrecho que permita brindar un servicio de calidad.
 
“Esta es la propuesta de la Federación. Quisiéramos que se tomen en cuenta estos puntos porque son necesarios para fortalecer la externalización”, ha destacado Aguayo, quien espera que las autoridades abran un diálogo para que los gremios puedan aportar con sus ideas.
 
Para Eduardo Mayorga, docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Central del Ecuador (UCE), la externalización es una oportunidad para implementar “un verdadero proceso de control, seguimiento y atención farmacéutica en el país”. De manera que, espera que el Gobierno acoja las propuestas de los gremios y la Academia.

En este sentido, Jofre Piñancela, bioquímico farmacéutico encargado de dispensación en la Farmacia del Hospital General Teófilo Dávila de Machala, ha puntualizado que la externalización deber ser tomada “con mucha precaución” y con todos los reglamentos necesarios, para que se lleve a cabo con éxito. Caso contrario, será un “fracaso” como el plan piloto realizado en 2014.
 
En ese entonces ya se intentó externalizar las farmacias, sin embargo, no se aplicaron los procesos adecuados y se dieron varias irregularidades, que entorpecieron la dispensación de las recetas terapéuticas completas. Por esta razón, los bioquímicos y químicos farmacéuticos estarán vigilantes de este nuevo proceso de externalización.

El dato
 
Si bien no se conocen todos los procesos que cambiarán y se implementarán con este modelo de externalización, lo que hasta el momento ha informado el MSP es que los pacientes de los hospitales públicos podrán retirar sus medicamentos desde las farmacias privadas, sin pagar por ellos. Para esto se requerirá de la receta electrónica y una serie de contratos de adhesión entre la Red Pública de Salud y las farmacias privadas.
 

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