DÍA DEL PARAMÉDICO
Responder menos y prevenir más emergencias, es uno de los retos de la formación Prehospitalaria
Sigue pendiente el desafío de implementar la cultura de la prevención de riesgos
Christian Rivera, coordinador académico de AP de la UCE.
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Cristina Coello. Quito
Considerando que los escenarios de desempeño de los profesionales de Atención Prehospitalaria (AP) son en zonas de alto riesgo es menester promover una
cultura de la prevención y de acciones basadas en evidencia científica, ha ratificado
Christian Rivera, coordinador académico de la carrera, en la Universidad Central del Ecuador (UCE).
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, y a propósito del
Día Internacional del Paramédico (24 de junio), Rivera ha resaltado que ante la diversidad de riesgos antrópicos (provocados por la acción del ser humano y sus efectos sobre la naturaleza), amenazas naturales y actualmente
escenarios de violencia, entre otros, se hace prioritario y es un desafío en la formación el implementar equipos o tecnologías vanguardistas que pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte de las personas que son atendidas por estos profesionales sanitarios.
Otro de los retos es crear “
doctrina propia” es decir, “elaborar nuestras propios protocolos, en base a nuestro entorno porque actualmente somos usuarios de la doctrina extranjera”, cuyo acceso tiene altos costos de licencias y eso puede convertirse en un limitante para muchos estudiantes.
“Nosotros queremos generar esa ciencia, ese conocimiento propio de la carrera y eso es un trabajo conjunto entre estudiantes, docentes y autoridades”, ha insistido.
Otro desafío importante de la formación prehospitalaria es fomentar la vinculación con la comunidad bajo el enfoque de prevención y
reducción de riesgos, ha considerado el docente.
“Si bien la mayor fuerza curriculares de la carrera está en el
manejo del trauma, soporte vital básico y avanzado, emergencias gineco-obstétricas, geriátricas, pediátricas, manejo de la información en casos de desastres, psicología de una emergencia, entre otras es importante ese trabajo” con el enfoque preventivo, ha añadido.
Ha insistido en que “
Ecuador es un país multi amenaza: tanto de origen natural como la sísmica, volcánica, hidrometeorológica, etc., pero somos un país solo reactivo y poco
preventivo, entonces un desafío tiene que ver con responder menos y prevenir más eso es un tema importantísimo
Finalmente está como desafío la
educación continua “enfocada a compartir con algunos sectores de la población temas como: por ejemplo,
primeros auxilios, reducción de accidentes en casa,
planes familiares de emergencia, entre otros”, ha considerado Rivera.
En ese sentido ha resaltado que la carrera tiene una “alta
sensibilidad humana” pero también es “de alto riesgo” por lo que sus profesionales requieren formación constante y de allí la importancia de las “
clínicas de estimulación que actualmente tenemos en la Universidad pero que son proyectadas a la formación intrahospitalaria” y aún falta la prehospitalaria.
“Muchas veces pensamos que un
paramédico solo se forma para asistir las ambulancias y ese es un error”. Actualmente los profesionales de Atención Prehospitalaria están capacitados para implantar salas situacionales y planificar, prevenir o atender emergencias.
Así mismo son muy importantes como promotores de salud, o en las unidades de
gestión de riesgo, “no solo para generar acciones de respuesta” ante desastres, sino también prevenirlas, “ y es justamente algo que poco se hace en el país”, ha finalizado Rivera.