EXTENSIÓN DEL COVID-19
Sociedad de Salud Pública plantea acciones integradas frente a la crítica situación del sistema por la pandemia
Consideran necesario ampliar el acceso a pruebas diagnósticas
Fernando Sacoto, presidente de la SESP.
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Redacción. Quito
Aunque al gobierno de Lenín Moreno le quedan pocos días para concluir su mandato, la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública (SECP) le ha propuesto cinco “acciones integradas” para contener la
demanda hospitalaria desbordada por COVID-19 y salvar vidas.
La organización sanitaria ha enfatizado que la
hospitalización de jóvenes se ha multiplicado y el
agotamiento del personal de salud está llegando a su límite. A eso se suma que van en aumento los testimonios del desborde de la capacidad hospitalaria y de cuidados intensivos que, hace meses,
carecen de medicación psicotrópica, sedantes e insumos.
El presidente de la SESP,
Fernando Sacoto, ha enviado a las autoridades una carta en la que insiste en que la “respuesta reactiva de los servicios hospitalarios, si bien heroica, es claramente insuficiente” y advierte que la situación “puede agravarse” aún más.
En ese sentido, tras un análisis de los miembros de la SESP se ha reiterado en la necesidad de acoger “con urgencia” varias “
acciones integradas” que son parte de las obligaciones del Estado.
Primero han planteado actualizar necesidades, asignar presupuestos y “agilitar diáfanamente la contratación de
equipos de salud de relevo, dotación de oxígeno, medicamentos e insumos para hospitales y unidades de cuidados intensivos, así como
ampliar la disponibilidad de pruebas diagnósticas”.
Así mismo, han estimado oportuno activar la
vigilancia epidemiológica comunitaria, “con identificación, rastreo y aislamiento de casos y contactos, para lo cual debe incrementarse de manera exponencial las pruebas PCR y de antígenos, fortaleciendo la capacidad pública instalada y
estableciendo mecanismos de pago con laboratorios privados certificados, para que más personas puedan acceder gratuitamente a las pruebas”.
Por otro lado, la SESP ha considerado que
acelerar la vacunación en los grupos de mayor riesgo de muerte (mayores de 65 años, pacientes con comorbilidades, la totalidad de personal de salud) permitirá aliviar la presión hospitalaria, “en tanto se logren coberturas útiles de vacunación, en el menor tiempo posible, para detener la transmisión de la enfermedad”.
Y al igual que otros grupos de profesionales de la salud, también han insistido en que es necesario adoptar
medidas generales o selectivas de confinamiento, así como prevención de exposición a aerosoles con restricción de movilidad y apoyo social, en lugares de mayor impacto epidemiológico.
Para el gremio de salud pública será significativo “reorientar la comunicación”, la cual han apuntado tenga un “
enfoque de riesgo, participación comunitaria y abordaje educativo” que promueva la corresponsabilidad y solidaridad ciudadana, así como una “activa y consciente vacunación,
desterrando mitos y conceptos equivocados”.