Edición Médica

Directiva de la SEA.

Redacción. Quito
La Escuela de Posgrado en Salud de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) ha realizado recientemente una convocatoria para un “proceso de validación de conocimientos de especialidades médicas”, que está dirigido a profesionales de salud que hayan ejercido por al menos 5 años como Residente Asistencial Hospitalario.
 
Es un programa de 1 año que permite validar conocimientos en varias especialidades: Alergología, Anestesiología, Cardiología, Cirugía General, Cirugía Traumatológica y Ortopedia, Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética, Cirugía Oncológica, Cirugía Torácica, Coloproctología, Dermatología, Ginecología y Obstetricia, Gastroenterología, Hematología, Imagenología, Infectología, Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Medicina Interna, Neonatología, Neumología, Neurología, Oftalmología, Otorrinolaringología, Pediatría y Urología.
 
La convocatoria ha causado malestar y un sin número de reacciones negativas en la comunidad médica, calificando al programa como una “vergüenza”. Los gremios profesionales tampoco han recibido de buena manera la iniciativa.
   
La Sociedad Ecuatoriana de Anestesiología (SEA) ha señalado que, con la normativa emitida por el CES para validación de conocimientos de especialidades médicas por parte de Instituciones de Educación Superior, el país puede retroceder 20 años. Además, ha indicado en un comunicado que el programa de la UEES “atenta” contra la formación especializada de alto nivel académico.
 
“Hacemos un llamado a la eliminación de dicha formación de hecho en las Universidades que la ofertan debido a que al momento existe una gran oferta de postgrados formales en Anestesiología en varias universidades del país, a diferencia de lo que ocurría hace 20 años atrás en dónde una sola universidad ofertaba nuestra especialidad con un número muy limitante de cupos”.
 
El problema en Anestesiología
 
“Si bien las consideraciones de la normativa emitida por el CES para validación de conocimientos obedecen a reducir las brechas de especialistas en anestesiología; en la actualidad existen universidades que forman especialistas con programas formales acordes a las necesidades de la especialidad y la calidad de salud que debe brindarse a la población ecuatoriana”.
 
En este sentido, ha enfatizado en que los entes rectores de Salud y Educación Superior deben exigir el cumplimiento de los más altos niveles de formación teórica y práctica en la especialidad de la Anestesiología, ya que esta especialidad es parte de Áreas Críticas que no permiten una formación incompleta y parcial de nuevos especialistas.
 
La Anestesiología amerita una formación a tiempo completo con discusión de casos clínicos, rotación por subespecialidades en Anestesiología Cardíaca, Neuroanestesia, Anestesia Obstétrica, Anestesia Pediátrica, Anestesia en Trauma, Anestesia Regional, Manejo de Dolor Agudo y Crónico, Unidad de Cuidados Intensivos e Intervencionismo en Dolor. Por este motivo, el gremio ha hecho un llamado a incentivar la creación y fomento de subespecialistas en el país, dónde si existe una brecha muy grande por cubrir.
 
La SEA ha puntualizado que la pandemia no ha permitido una adecuada formación de médicos posgradistas que se han limitado a una sola rotación en un único centro de docencia, peor aún, los médicos residentes asistenciales que no han recibido ningún tipo de docencia en hospitales de segundo nivel de las provincias del Ecuador, lo que limita aún la formación previa para una especialidad crítica.
 
Por ello, ha señalado que ningún miembro de la SEA formará parte de la planta docente del programa de especialidad médicas de hecho de la UEES, ya que “atentan contra la formación especializada de alto nivel académico que se mantiene con el alma Madre durante varios años tanto en nuestro país como en el extranjero”.
 
Al momento existen un gran número de médicos especialistas en Anestesiología que se encuentran sin una plaza fija de trabajo, al igual que los especialistas que aún no disponen de las plazas correspondientes para empezar el proceso de devengación de beca, ante lo cual llama la atención la emisión de normativa para formar especialistas de hecho.
 

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