EN MANABÍ Y ESMERALDAS
Sociedad Ecuatoriana de Fisioterapia: a 2 años del terremoto persisten necesidades en salud
La SEF ha organizado la brigada de apoyo humanitario y atención número 22
Daniel Wappenstein, presidente de la SEF.
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Jonathan Veletanga. Quito
A dos años del terremoto del 2016, la Sociedad Ecuatoriana de Fisioterapia (SEF) ha organizado su
brigada número 22 de apoyo humanitario y atención en Manabí y Esmeraldas, zonas afectadas por el desastre que dejó más de 600 fallecidos y más 12 mil personas afectadas.
“¿Por qué la SEF ha organizado la brigada 22 por un acontecimiento que duró 55 segundos y dos años después? Principalmente porque aún hay necesidades concretas en salud y en Fisioterapia. Es verdad que cada vez se nos hace más difícil la organización porque las cosas ‘pasan de moda’, pero
esto no significa que ya se hayan cumplido y suplido todas las necesidades que tienen las personas que sufrieron de manera directa con el terremoto”, ha manifestado
Daniel Wappenstein, presidente de la SEF, en conversación con REDACCIÓN MÉDICA.
“Si tenemos respuesta de voluntarios a las convocatorias que hacemos, seguiremos realizando las brigadas. Sin embargo, lo que ha quedado claramente evidenciado es que hay una
falta de atención directa en aquellas personas que se encuentran en zonas de muy difícil acceso”, ha agregado.
Por este motivo,
Wappenstein ha dicho que se deberían
establecer análisis y discusiones sobre las necesidades tanto de salud en general como del accionar directo que pueden tener los fisioterapeutas.
“Desde el punto de vista asistencial hay personas que quedaron con secuelas muy graves consecuentes al terremoto. Además, este desastre natural ha marcado a las personas
tanto a nivel emocional como psicológico y psiquiátrico. En las zonas afectadas se habla constantemente del terremoto”, ha señalado.
Las brigadas de la SEF
Wappenstein ha reconocido que a lo largo de estos 2 años
ha cambiado la dinámica de las brigadas, es decir, lo que se hace ahora y lo que se hacía al inicio, donde las acciones estaban más vinculadas a las situaciones consecuentes al terremoto.
“Actualmente, la mayor parte de personas que atendemos se encuentran en lugares muy remotos y tienen discapacidades muy severas, principalmente casos con parálisis cerebral, que no son consecuencia del terremoto, pero que a raíz de este acontecimiento se han hecho evidentes. Todas estas personas tienen el carnet de discapacidad, lo que significa que en algún momento ya han sido detectadas,
sin embargo, aun así, siguen ocultas”, ha señalado.
Según ha indicado, al inicio de este proyecto de apoyo humanitario en Fisioterapia, se hicieron muchas acciones concretas en función de la atención en desastres. Mientras que ahora
se realizan en función a las necesidades de la población que aparecieron posterior al terremoto.
“Actualmente, nos hemos vinculado a otros proyectos que son consecuentes al terremoto y además, estamos viendo cómo incursionar más con el sector público (MSP y MIES) para plantear
proyectos de rehabilitación en base a la comunidad en el tema de discapacidad porque si bien se ha hecho una gran detección y los aportes económicos que reciben son útiles, hay que preguntase que pasará con ellos en función de su proceso de rehabilitación física”, ha sostenido Wappenstein.
Para el presidente de la SEF, este proyecto de apoyo humanitario es
pionero en el campo de Fisioterapia porque ha tenido continuidad a lo largo del tiempo, ha logrado llevar al área académica un trabajo muy práctico, y además ha pasado varios procesos para ser validado.
“
Hemos sistematizado un poco más de 10 atenciones, cada una con su historia clínica. En cada brigada tratamos de volver a los mismos lugares y atender a las mismas personas. No estamos con la obsesión de hacer números estadísticos. Sin embargo, cuando aparecen nuevos sitios, los evaluamos y eventualmente vamos”, ha sostenido el fisioterapeuta.
De acuerdo a lo informado, los lugares que la SEF visita frecuentemente son:
Chamanga, Pedernales, Tabuga, Jama, Don Juan, 10 de Agosto, Canoa, Bahía de Caráquez, Bellavista y Correagua.
El dato
El modelo de este proyecto ecuatoriano de apoyo humanitario en Fisioterapia ha sido utilizado para brindar
asistencia en la avalancha que devastó a la ciudad colombiana de Mocoa en marzo de 2017 y en el último terremoto de México. Asimismo, ha sido considerado para la intervención de los fisioterapeutas en los incendios forestales de Chile, el año pasado.