DESDE ESTADOS UNIDOS
Tras completar las dos dosis de la vacuna contra la CoVID19, un médico ecuatoriano la recomienda
Se contagió, pero le administraron la vacuna
Giovanni Roldan, posgradista de Medicina Interna en el Jackson Memorial de Miami.
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Cristina Coello. Quito
Como
segura ha calificado a la vacuna contra la CoVID19 el ecuatoriano
Giovanni Roldán, médico en segundo año de residencia de Medicina Interna en el
Jackson Memorial de la
Universidad de Miami, quien ha completado su esquema de inmunización en Estados Unidos.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, se ha declarado impactado por la
“gran acogida” que tuvo la convocatoria a la vacunación contra el nuevo coronavirus enviada a los profesionales de la salud en el hospital donde desarrolla su posgrado.
“La gran mayoría de
residentes de Medicina Interna y Neurología, sino todos, aceptamos vacunarnos apenas se hizo disponible” la inmunización en el hospital, que además es el principal de la ciudad de Miami y el más grande de la región.
El médico ha relatado que existe un
ambiente de agradecimiento hacia las autoridades del centro médico por facilitar la vacuna apenas fue a probada por la autoridad sanitaria de Estados Unidos, y recordó que algunos de los profesionales de ese establecimiento también participaron en los ensayos clínicos.
“Recibir la vacuna es voluntario, pero existe una gran acogida”, ha insistido Roldán, quien además admite que desde aproximadamente marzo la
dinámica de su residencia “cambió bastante” con la llegada de la nueva enfermedad.
Los ajustes a las salas
Si bien, en el principio de la pandemia el programa de residencia trató de limitar la exposición de los posgradistas y continuó con algunos ajustes y adaptaciones, luego fue inevitable el contacto “porque los
recursos humanos no se abastecían para atender a tantos pacientes y los residentes tuvimos que apoyar en las unidades CoVID19”, ha relatado.
“Nunca imaginé pasar por esta experiencia” ha señalado Roldán, quien asegura que este periodo le ha dejado importantes experiencias y enseñanzas a pesar de que también
se contagió de CoVID19 en julio, al cumplir su rotación en salas de pacientes infectados.
“Cada mes cambiamos de servicio y tenemos entrenamiento completo. En marzo cuando todo empezó estaba en Medicina de Emergencia, recibimos los primeros casos y fui testigo de cómo
la sala se fue adaptando y transformando” para acoger los innumerables pacientes. Luego pasó a atender salas con pacientes leves hasta que se contagió, ha relatado.
El médico presentó síntomas leves y
cumplió su aislamiento de 10 días en casa para luego retomar sus actividades asistenciales en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en septiembre y octubre.
Capacitación sobre vacunas
Para Roldán ha sido importante la
discusión de artículos científicos relacionados a vacunas que se realiza en los hospitales de Estados Unidos. En el Jackson Memorial los programas de posgrado también recibieron
capacitación de expertos en enfermedades infecciosas y todos han tenido acceso a información sobre el proceso de investigación y desarrollo de las diferentes inmunizaciones.
“Con ello tomamos
decisiones informados sobre la vacunación, por eso es importante resaltar que una vez nos ofrecieron registrarnos para vacunarnos (a finales de noviembre) la gran mayoría lo hizo”, ha añadido.
El proceso
Segunda dosis.
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Todo el personal del Jackson Memorial puede acceder a la vacuna, ha insistido el médico ecuatoriano, quien ha detallado que se establecieron horarios para suministrarla y posterior a ello
permanecer en observación durante aproximadamente 15 minutos por si se existe alguna reacción adversa inmediata.
En el caso de Roldan, aseguró no haber presentado reacciones adversas más que las normales en casi todas las vacunas como son un poco dolor en la zona del pinchazo, fiebre, escalofrío y en
la segunda dosis también un poco de dolor muscular y articular.
Todos quienes reciben la inmunización tienen acceso a un
link de registro de síntomas por 48 horas, para reportar cualquier otro efecto adverso.
El médico ha recalcado que en el hospital todo el personal usa mascarillas y protectores oculares, insumos que están a libre disposición, pero además se
mantiene un estricto distanciamiento.
“El apego a estas medidas permite disminuir un posible contagio” y, por otro lado, existe un sistema de reporte de síntomas en su personal, sobre todo cuando son respiratorios. “
Dependiendo del riesgo de contacto o síntomas se realiza una prueba PCR que es facilitada por el hospital. No tenemos pruebas rutinarias”, ha precisado.
Roldan ha enviado un mensaje de aliento a sus colegas en Ecuador y los ha animado a investigar y usar la vacuna,
“es parte de nuestra responsabilidad social”, ha concluido
.