NUEVAS HERRAMIENTAS
Una técnica para detectar riesgos en el desarrollo psíquico de los niños
Su aplicación es rápida y totalmente compatible con la consulta pediátrica habitual
Ignacia Páez, psicóloga ecuatoriana.
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Diego Mosquera. Quito
El
Protocolo de Indicadores de Riesgo para el Desarrollo Infantil (IRDI) es una herramienta disponible para pediatras y neonatólogos que tiene como objetivo de facilitar la detección de riesgo para el
desarrollo psíquico de los niños en sus primeros 18 meses de vida.
Esta técnica ha permitido determinar
14 síntomas que permiten concluir que ese niño se encuentra en riesgo psíquico estructural (por tal razón es que los denominamos síntomas conclusivos).
Ignacia Páez, psicóloga que enseña esta técnica en Ecuador, ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA que la mayoría de patologías psicológicas relacionadas con los niños son causadas por problemas de comunicación que se pueden detectar a tiempo por el personal sanitario.
“El IRDI consiste en un conjunto de las planillas de registro en el campo epidemiológico de los indicadores de riesgo, y una hoja general de registro de los niños que reciban la aplicación de este protocolo, la investigación registra si son cumplidos o no los intercambios entre la madre y el hijo, y de esta manera si entre consultas falta alguno
pueda alertar al pediatra sobre un posible riesgo”, ha manifestado.
En este sentido Páez ha sido enfática en señalar que “esta técnica debería ser aplicada por la mayor parte de personal sanitario que trabaje con niños de estas edades” y ha sugerido que su utilización durante las consultas en los centros de Salud
puede detectar precozmente trastornos psíquicos del desarrollo infantil.
Cómo se desarrolló la técnica
La investigación se inició en el año 2000 con la constitución del ‘
Grupo Nacional de Pesquisa’ conformado por 250 investigadores. Los involucrados sometieron a la prueba de sensibilidad en IRDI con la intención de enfatizar los aspectos psíquicos.
Inicialmente fueron
más de 40 indicadores, pero el protocolo experimental final fue compuesto por 31, que acompañan los primeros 18 meses de vida de un bebe.
Dirigidos a cada momento del desarrollo del niño, fueron agrupados de acuerdo con las siguientes fases de edad: de 0 a 4 meses, de 4 a 8 meses, de 8 a 12 meses y de 12 a 18 meses.
Para garantizar la calidad de la investigación, los diferentes profesionales participantes recibieron
entrenamientos específicos.
Síntomas conclusivos
Según datos de la investigación en la correlación necesaria para el estudio fue desarrollado un instrumento llamado AP3 (Evaluación Psicoanalítica a los 3 años de edad) y se determinaron los dos tipos de desenlace clínico de la investigación: presencia o ausencia de problemas de desarrollo y presencia de riesgo psíquico (trabas en el proceso de constitución del sujeto, señalando riesgo de evolución en dirección a las psicopatologías graves de la infancia).
Dentro de este segundo desenlace encontramos: manipulación mecánica de los juguetes; actividades o movimientos repetitivos; ausencia del hacer de cuenta; recusa de alimentación sólida; imposibilidad de soportar la mirada del otro; autoagresión; recusa de la presencia del tercero; recusa del no; sumisión excesiva a la ley; ausencia de los pronombres personales; repetición ecolalica; lenguaje incomprensible sin búsqueda de la interlocución; uso de la tercera persona para referirse a sí mismo y no formulación de frases.