ENTREVISTA A JAIME ABAD
Urología, una de las especialidades que más ha evolucionado en Ecuador
Protocolizar los tratamientos, es uno de los retos para la Urología ecuatoriana
Jaime Abad, presidente nacional de la Sociedad Ecuatoriana de Urología.
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Jonathan Veletanga. Quito
Jaime Abad, presidente nacional de la
Sociedad Ecuatoriana de Urología, ha conversado con REDACCIÓN MÉDICA sobre los avances que ha tenido esta especialidad en el país a lo largo de los últimos años, y cómo desde la sociedad se trabaja para mantenerse actualizados.
Abad considera que esta especialidad es
una de las ramas médicas que más ha evolucionado y perfeccionado en el país. Actualmente cuenta con “casi” todo el equipamiento que requiere la Urología moderna.
¿Cómo trabaja la Sociedad Ecuatoriana de Urología en beneficio de los profesionales?
La función principal de la Sociedad es la educación continua de sus agremiados, por lo que, en las diferentes provincias
nos preparamos mensualmente con reuniones científicas.
La Sociedad Ecuatoriana de Urología está dividida en tres capítulos (norte, centro y sur), que abarcan proporcionalmente un buen número de provincias y en donde se hacen reuniones sobre los
últimos temas de actualidad en la Urología con el fin de capacitar tanto a los profesionales que ya tienen algunos años en la práctica profesional, así como a los residentes de posgrado, profesionales recién egresados y jóvenes que se están formando.
¿Los urólogos ecuatorianos están a la par de los especialistas internacionales?
Absolutamente, los urólogos ecuatorianos están
a la par de cualquier urólogo internacional. Estamos a la par en cualquier tópico urológico, tanto así que en el país se hace lo que se está realizando en otros lugares.
En los últimos años, ¿cómo ha avanzado la Urología en Ecuador?
La Urología es una de las especialidades de la Medicina que más ha evolucionado y se ha perfeccionado en los últimos tiempos. En nuestro medio contamos con casi todo el
equipamiento que requiere la Urología moderna.
En la parte oncológica estamos
con lo que la ciencia a nivel mundial determina para el tratamiento y diagnóstico de cáncer urológico (cáncer de próstata, de riñón y de testículo).
Otro gran avance que ha tenido la Urología ecuatoriana es en el tratamiento de la litiasis, es decir, de los cálculos del aparato genitourinario. En varias provincias y ciudades del país contamos con la última tecnología para tratamientos no invasivos.
¿Ha avanzado la investigación en Urología?
Los especialistas que están principalmente en las grandes ciudades y que hacen procedimientos quirúrgicos en la parte oncológica y de litiasis, están haciendo investigación.
Hay trabajos de urólogos ecuatorianos en revistas internacionales y nacionales.
¿Existe alguna diferencia entre el sector público y privado?
En la actualidad
yo no veo una gran diferencia entre la parte pública y privada. Incluso en algunas áreas, donde los costos de los equipos son muy altos, la parte pública podría superar a la privada si es que ponemos ejemplos concretos como el Hospital Carlos Andrade Marín de Quito o el último hospital del IESS en Guayaquil.
Sin embargo, no hay que desmerecer el esfuerzo que han hecho instituciones y clínicas privadas que cuentan también con un
equipamiento de primera tecnología.
¿Cuáles son los principales problemas que afronta la Urología en el país?
Desde el punto de vista del paciente, el principal problema que podemos tener es la
falta de urólogos. No somos muchos y esto hace que haya ciudades, provincias y cantones, donde es difícil contar con un urólogo.
Por otro lado, desde el punto de vista del urólogo, el primordial problema es que a veces
no hay una buena referencia, por ejemplo, un paciente urológico empieza a ser tratado por alguna otra especialidad y no es derivado a tiempo, lo que produce complicaciones en el diagnóstico.
El problema en nuestra sociedad es que todavía
no hay un buen respeto por las especialidades, es decir, hay pacientes con enfermedades urológicas (problemas de próstata, operados de cirugía prostática, infecciones urinarias, entre otros) que no son tratados por el urólogo sino por otros especialistas.
¿Cuáles son los retos para los urólogos ecuatorianos?
Entre los retos que se vienen están: seguir capacitándonos, poniéndonos al día en las últimas técnicas e implementaciones que da la Urología, ya que es una especialidad que va cambiando muy rápidamente; y
protocolizar los tratamientos para tener una línea de conducta general siempre y saber cuándo se deber referir el paciente al urólogo.
Para concluir, ¿cuál sería tu mensaje?
En el país hay pocos urólogos, aproximadamente 160 en la Sociedad Ecuatoriana de Urología, por lo que el llamado sería a
generar más programas de posgrado o becas a nivel internacional para tener un número mayor de especialistas y así cubrir las 24 provincias con una atención de calidad.