Ecuador atraviesa la cuarta ola de la pandemia: el desgaste de la salud mental de los profesionales sanitarios
La comunidad de mujeres médicas brinda apoyo y formación
Jane Tricallotis , Bernarda Estévez, Fernanda Carrasco.
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Cristina Coello. Quito
Nadie duda de la ‘huella’ psicológica y social que la pandemia ha provocado en la mayoría de la población. Pero para
los profesionales sanitarios sigue representando una gran carga emocional y, específicamente, para las mujeres de ese grupo ha resultado ser aún más demandante, por las actividades adicionales que realizan en sus hogares.
Jane Tricallotis, medica internista, ha señalado en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, que se estima que las mujeres tienen entre
un 30 a 40 por ciento más de la carga laboral diaria y específicamente en quienes están dedicadas al sector salud “hay gran fatiga” ante las actuales circunstancias de pandemia y por ende en su salud mental.
Lamentablemente en el país
aún existe un estigma hacia los trastornos mentales y muchas sanitarias enfrentan condiciones de burnout, fatiga pandémica, depresión, ansiedad, estrés postraumático entre otras patologías, que en su mayoría
no son atendidas oportunamente, ha reconocido Tricallotis.
Por ello es necesario el
apoyo psicológico y en el Ecuador la
Comunidad de Mujeres Médicas ha sido un medio que, además de brindar información técnica-científica sobre el COVID-19, también ha sido un soporte a mujeres del sector sanitario que enfrentan difíciles circunstancias emocionales derivadas de la pandemia.
La cuarta ola
En ese sentido, Tricallotis ha recalcado que esa Comunidad ha sido el reflejo de una característica singular de los médicos ecuatorianos como es “la gran
empatía y cariño hacia el
paciente”, sin embargo, en medio de la pandemia eso hace “que nos fatiguemos enormemente”.
No hay que desvincular lo científico de la vida cotidiana, ha estimado la especialista, “igual uno es madre, hija, un ser humano integral en muchos ámbitos y
todos juegan el momento de estar en una pandemia o en una primera línea.
Pero la especialista ha sido enfática en señalar que ya “estamos viviendo la cuarta ola de la pandemia”, reflejada en los
problemas psicológicos, psiquiátricos y emocionales que están atravesando muchos profesionales sanitarios, derivados de gran carga asistencial.
También ha advertido que si el Ministerio de Salud Pública, los hospitales o clínicas donde labora este personal no se adoptan medidas o programas de apoyo, “
la cuarta ola va a golpear la calidad de atención”, porque existe una “sensación de incertidumbre” al percibir que las autoridades no responden a su sacrificio.
“La prevalencia del síndrome de burnout en el personal sanitario va a incrementar más si no se le da más importancia”.
Para Tricallotis, esta cuarta ola debe
enfrentarse “con nombre y apellido” es decir trabajar con temas de trastornos mentales, de estrés postraumático, burnout, fatiga pandémica “para todos los profesionales sanitarios.
Una comunidad de mujeres de soporte
Ahora, bajo las actuales circunstancias y según la internista, el primer paso “es
reconocer que necesitas ese apoyo” y grupos como el de Comunidad de Mujeres Médicas puede “resultar muy agradable para conversar los temores, reflexionar o descargar las emociones
Lo ideal, ha dicho Tricalloti, sería que
el apoyo sea generalizado para todos los profesionales y que la proporcione la autoridad sanitaria. “Pero si no la hay, invertir en uno mismo es fundamental” y estos grupos pueden evidenciar que no es el único que atraviesa situaciones difíciles.
Para
Elizabeth Pauker, coordinadora de la Comunidad de Mujeres Médicas, el sentido del grupo ha sido el acompañamiento, fortalecimiento de la salud mental, la mentoría y actualización médica científica.
Y en ese sentido,
Fernanda Carrasco, Médico ocupacional, que integra el grupo ha asegurado que ser parte de este grupo ha sido muy importante no solo por el apoyo en salud mental, sino además “porque se tiene cerca a profesionales de distintos lugares o ciudades con diferentes especialidades y uno puede
tener la certeza que la información que se comparte es fiable y con eso uno se siente apoyada”.
Por su parte,
Bernarda Estévez, especialista en Endocrinología, ha comentado que pertenecer a esta agrupación de mujeres le ha permitido acceder a evidencia científica para proporcionar atención adecuada durante la pandemia, pero también ha sido un medio para compartir aspectos fuera de profesión como actividades familiares, pasatiempos, relaciones de pareja, etc., “que se
vieron lastimados por la pandemia”.
Las dos médicas han considerado que a pesar de que algunos colegas desarrollan síntomas de agotamiento, desconcentración, ansiedad, estrés postraumático o
luto por pacientes perdidos no deben sentir culpabilidad, “no siempre funciona todo bien”, aun así, el apoyo para entenderlo puede provenir de grupos como el que ellas pertenecen.
El dato
Para contactar o formar parte de la agrupación de ‘Mujeres Médicas’ puede hacerlo mediante su página de Facebook (
Enlace aquí).