¿Cuántos de los 6.500 pacientes trasplantados en el Ecuador siguen vivos?
El intercambio de medicina reduce la sobrevida de un trasplante
Martes, 07 de septiembre de 2021, a las 15:51
Los trasplantes se van reactivando en medio de la pandemia.
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Cristina Coello. Quito
Tras solicitar información oficial relacionada a la
sobrevida de los pacientes trasplantados, ha sido solo el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (INDOT) el que ha enviado datos, mientras el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha preferido mantener la reserva.
En términos generales, según ha determinado el INDOT, la
sobrevida renal al primer año del trasplante llega al 94,85 por ciento; y se reduce ligeramente al 90,85 por ciento a los 5 años, con lo cual se ha resaltado que esos porcentajes ubican al Ecuador
entre países de referencia como Estados Unidos, Canadá, España y Nueva Zelanda.
En lo relacionado al
trasplante hepático, la sobrevida llega al
76,44 por ciento al año del procedimiento; y al 66,83 por ciento a los 5 años. Mientras que la sobrevida del trasplante
pulmonar ha llegado a ser del 50 por ciento al primer año.
Al ser consultados específicamente sobre cuántos de los pacientes trasplantados han
fallecidos por falla del órgano u otras causas (como la falta o cambio del medicamento), el INDOT ha precisado que esa información “es manejada directamente por los establecimientos de salud, ya que, de acuerdo a los diferentes instructivos de asignación de órganos y tejido corneal se establece
que el seguimiento post trasplante lo realizará el Establecimiento de Salud acreditado o re acreditado que efectuó el trasplante al paciente, éste se realizará en forma integral y periódica y de acuerdo a la necesidad identificada”.
Reporte estadístico del INDOT.
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Es decir que, la cifra precisa de sobrevida de los 6.500 pacientes que se han beneficiado de un trasplante en el Ecuador solo está disponible
en cada uno de los establecimientos acreditados. Aun así, hasta el cierra de esta edición, el IESS que es la institución donde se han realizado el mayor número de trasplantes no ha entregado esa información.
El cambio de fármacos reduce la sobrevida
Por otro lado, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, el director del INDOT,
Patricio Ortiz, ha señalado que para mantener un trasplante hay una conjugación de varios factores entre los cuales está principalmente el
estilo de vida del paciente postrasplante, la adherencia a los medicamentos y el
control médico oportuno.
“La inmunosupresión del paciente trasplantado ha sido y sigue siendo el pilar básico para mantener el injerto”, ha señalado, pero también ha reconocido que “la
intercambiabilidad (de esos fármacos) es muy sutil”, pues son productos con estrecho margen terapéutico y por lo tanto un cambio alterará la sobrevida de ese trasplante.
Pero para determinar una posible
intercambiabilidad de fármacos son necesarios los estudios de
bioequivalencia y biodisponibilidad. No obstante, la ministra de Salud,
Ximena Garzón, ha señalado que ese tipo de análisis no se realizan en el país.
“No tenemos un centro de investigación clínica. Lo que hacen nuestros investigadores es
analizar la evidencia científica recolectada en otros países para determinar estadísticamente si el fármaco que adquirimos funciona tan bien como un original”, ha mencionado.
Por lo tanto, estos pacientes dependerán de la
medicina que les provea la institución donde se realizaron la cirugía y las decisiones que allí tomen los especialistas.
Para Ortiz las principales causas de pérdida de un órgano
son la infección y el rechazo. “Entonces la estabilidad en el manejo de la droga es importante”, ha insistido.
Según el director del INDOT, “
no se puede intercambiar drogas de estrecho margen terapéutico, estas deben ser específicas para manejo de trasplante. Por eso, nosotros estamos trabajando intensamente con el MSP (Ministerio de Salud Pública) y el ARCSA (Agencia de Regulación y Control Sanitario) en el sentido de poder determinar qué medicinas necesita el país, que sean innovadoras, que no tengan problemas en cuanto a la infección y el rechazo”, ha asegurado.
Aún así, según
Washington Calle Coello, director Ejecutivo, la Fundación Ecuatoriana Protrasplantes, hay muchos pacientes que corren el
riesgo de perder su órgano trasplantado y otros ya
presentan fallas por el cambio de medicina que se realiza especialmente en el IESS.
“
Se han hecho las observaciones para hacer una intercambiabilidad de los inmunosupresores y se vio que la bioequivalencia y biodisponibilidad de un fármaco de otro laboratorio no iba a afectar en absoluto”. Sin embargo, han solicitado a la ARCSA el
acceso a los estudios de bioequivalencia y biodisponibilidad de ese producto “para que la intercambiabilidad no afecte a los pacientes trasplantados”, ha explicado Ortiz.
Finalmente, Calle ha hecho notar que además de la medicina estos pacientes requieren controles médicos regulares y que los hospitales que los atienden dispongan de los insumos necesarios para medir sus
niveles de inmunosupresión, cosa que ha sido muy irregular el último año, especialmente en los establecimientos del IESS.