ENTREVISTA A CARLOS CORNEJO
El mismo directorio de Enfarma impidió que se fabriquen medicamentos en Ecuador
Según el exdirectivo, la planta para producir estaba lista, pero fue removido de su cargo
Carlos Cornejo, médico investigador.
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Diego Mosquera. Quito
Carlos Cornejo, ex directivo de la desaparecida Enfarma EP ha dialogado con REDACCIÓN MÉDICA sobre los proyectos que se desarrollarían en esta institución, entre ellos la compra e instalación de una planta que produzca medicamentos esenciales y de mucha demanda en las casas de Salud del Ecuador.
Cornejo ha asegurado que la planta sería una realidad pero
un día antes de recibir los fondos para desarrollar el proyecto fue removido de su cargo “por pedido del delegado del presidente”.
Enfarma EP fue pensada con el propósito de que el Ecuador produzca sus propios medicamentos, pero a través del decreto ejecutivo 1103, el
presidente Rafael Correa dictaminó la extinción de la empresa pública de fármacos creada en el 2009.
¿Qué problema encontró durante su gestión como directivo de Enfarma?
Yo acepté el cargo por un compromiso ético y moral con mi país,
cuando llego a la empresa me encontré con muchos obstáculos, uno de ellos un directorio que estaba integrado por un delegado del Presidente, un delegado de Senplades y un delegado de la Ministra de Salud.
¿Cuál fue su primer proyecto a desarrollar?
Cuando yo llego a la institución, presenté un plan para
construir la planta farmacéutica que tenía unos 40 mil metros cuadrados de superficie y que llegaba a costar unos 8 millones de dólares. En ese momento (2012) se vivía el
auge petrolero y lógicamente me topo con que también tenían un proyecto de construir una planta en Yachay que costaba más de 300 millones.
¿Por qué no se construyó la planta en Quito?
Para nuestra planta íbamos a usar las instalaciones que usaba otra farmacéutica, o sea estaba casi lista. Aquí
íbamos a producir todo lo que eran tabletas e inyectables. Cuando ya se tuvo todo para la aprobación del directorio y se iba a llamar para que el Ministerio de Finanzas me entregara el dinero y así comenzar inmediatamente la producción de medicamentos, fui removido de mi cargo.
¿Qué tipo de medicinas eran?
Eran
medicamentos de síntesis química, pero que le ahorraban al Estado varios millones de dólares. Por ejemplo, solo en la atorvastatina (fármaco utilizado para disminuir los niveles de colesterol en sangre y en la prevención de enfermedades cardiovasculares)
el costo de producción para Enfarma era de 4 millones pero ya entregados a las instituciones ganábamos el 50 por ciento, versus los 42 millones que le costó la subasta del año anterior que le costó al Estado en este ítem.
Solo ahí había un ahorro de 36 millones de dólares. Los medicamentos que estábamos listos para producir son los de mayor demanda en las instituciones de Salud del Ecuador.
¿Cree usted que el proyecto iba a tener oposición?
Por supuesto, por eso traté de mantener un perfil bajo, pero de parte del
Ministerio de Salud, que esa época dirigía Carina Vance, nunca hubo el interés de apoyar.
Lo que quería la ministra era que Enfarma se conviertiera en comercializadora y en ese proceso recibí una 4 solicitudes para compra de medicamentos y esa no era la función de la empresa, ya que lo que se pretendía era producir los medicamentos y reducir sus costos para el sector institucional, además generar empleo, mejorar el nivel técnico en el país y seguir avanzando con la experticia que se iba obteniendo.
¿Entonces qué pasó?
Cuando ya tuve listo los estudios legales, científicos y financieros para poner a funcionar la planta el directorio me removió del cargo, aduciendo que fue un pedido del Presidente.
Tiempo después me lo encontré y le pregunté por qué me había removido del cargo cuando todo estaba listo y
me dijo que a él nunca le informaron.
¿Cree usted que hubo intereses de por medio?
Eso lo debe determinar la contraloría, pero lo que si le puedo decir es que
el interés del directorio fue que Enfarma no produjera fármacos y comercializara. Alguna vez la misma ministra Vance me dijo que comprara medicamentos por el giro de negocio, casi por obligación compré apenas 200 mil dólares en medicinas. Además se quiso que yo adquiera a una persona que yo no conocí nunca para una emergencia de año y medio. Yo le sugerí a la ministra que no lo haciera, y comprendí la urgencia pero
no era para saltarse el proceso de contratación pública.
¿Qué quiere decir giro de negocio?
Lo que significa es que se contrate prácticamente a dedo.
¿Luego de su salida que pasó?
Bueno yo me enteré que luego de dejar el cargo el directorio le autorizó al nuevo gerente comprar por el giro de negocio
hasta 5 millones de dólares en medicamentos. Eso lo dejo para que sea analizado por las autoridades competentes.
¿Cree usted que el Ministerio tiene una política clara sobre medicamentos?
Por supuesto que no, esto lo está manejando el Sercop, cuando el organismo rector es el MSP.
¿Considera que se perdió una oportunidad?
Tuvimos tan cerca la gran oportunidad de tener una planta propia que produzca medicamentos, que era rentable, auto sustentable y que evitaría depender ciertas importaciones.
¿Qué pasó con la planta de vacunas?
Cuando yo me hice cargo teníamos el
proyecto para producir todas las vacunas con un valor de 13 millones de dólares pero se cerró. Meses después firman un contrato con la empresa china Sinopharm International Corporation para construir una planta de vacunas por 50 millones de dólares, creo que les gusta derrochar realmente.
¿Hubo alguna otra cosa que usted considere como irregularidad?
Claro,
querían que yo le comprara a Cuba medicamentos por adelantado por una suma de 4 millones, yo me negué, y yo hasta la fecha no sé por qué se me pidió que hiciera eso. Además se me solicitó que compre 8 millones de un producto que se llama heberprot, y yo le respondí que no estaba en el cuadro básico y que tampoco habían estudios clínicos y me negué a comprar.
¿Cómo se siente ahora luego de haber visto todo esto?
Yo
me siento traicionado, porque me dolió no poder fabricar productos de calidad a menores precios para gente que los necesita.