ACCESO A FÁRMACOS
'El poder detrás de la industria de medicamentos es sólo superado por la industria bélica'
Hay medicamentos con precios 'extorsivos', lo que es inaceptable, ha considerado un experto
Jorge Bermúdez, miembro del Panel de Alto Nivel en Acceso a Medicamentos de Naciones Unidas.
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Redacción. Quito
En el marco del Seminario conmemorativo por los 20 años de la incorporación del Núcleo de Atención Farmacéutica (NAF) de Fiocruz como centro colaborador de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSP) en Rio de Janeiro,
Jorge Bermúdez, miembro del Panel de Alto Nivel en Acceso a Medicamentos de Naciones Unidas, ha explicado que una lista de medicamentos esenciales es “más que un papel”. Razón por la cual, los gobiernos deben tener
precios de referencia que les permitan negociar con la industria.
A su decir, la lista de medicamentos esenciales es un instrumento que sirve para fortalecer el sistema de salud y que está relacionado al accedo de medicamentos, es decir, con la forma de
adquirir, prescribir y consensuar fármacos.
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Considero que los medicamentos esenciales deberían ser eximidos de patentes en todo el mundo. Luchamos para que algún día tengamos una licencia obligatoria automática, que debería hacerse en conjunto con la OMC (Organización Mundial del Comercio) para que esos medicamentos tengan competencia genérica y no sean un mero monopolio. El precio que la industria aplica, muchas veces es un crimen y no tiene que ver con los verdaderos costos, los costos reales. Hay medicamentos con precios extorsivos. Eso es inaceptable”, ha manifestado Bermúdez, investigador de la ENSP/Fiocruz, en declaraciones para ‘Salud al Sur’, revista del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud (ISAGS).
“Los precios de referencia no pueden se apenas un adorno, tienen que ser un componente para abaratar precios. El gran desafío mundial es cómo incorporar a esos billones de personas que no tienen acceso a medicamentos. Es una batalla hercúlea, es una batalla muy fuerte contra una de las industrias más poderosas del mundo.
El poder que está detrás de la industria de medicamentos es sólo superado por la industria bélica”, ha agregado.
Bermúdez ha lamentado que en la región los países “
no quieran tener esa integración” para fortalecer la producción de medicamentos y la negociación conjunta para la compra de los mismos.
“Un bloque de doce países como los nuestros tendría mucha más fuerza que muchas de las regiones.
¿Una negociación conjunta con productores locales y de afuera? Claro que tendría beneficios. Además, esto tiene que ver con la idea de poblaciones relegadas. Ya no se habla más de enfermedades relegadas sino de poblaciones relegadas: refugiados, inmigrantes, emigrantes. Esas poblaciones deben ser atendidas desde la integralidad. El sistema de salud debe ser fortalecido, para atender a las personas en todas sus necesidades”, ha subrayado.
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Tenemos que avanzar en la integración regional, estar unidos y trabajar juntos. Tanto el ISAGS como la Unasur han tenido un papel fundamental para el trabajo en conjunto de nuestros países estos años”, ha enfatizado.
Combatir la presión de la industria
Para combatir la presión de la industria farmacéutica sobre quienes toman las decisiones en relación a medicamentos, Bermúdez ha señalado que “
deben actuar los gremios corporativos. No puede ser que los médicos sean invitados a eventos internacionales en hoteles de lujo, a resorts con todo pago y con conferencias que los incitan a prescribir determinados medicamentos, creyendo que están prescribiendo un producto de cuarta o quinta generación, no necesariamente mejor, y que, además, siempre será más caro”.
“Deberíamos prohibir los visitadores médicos, los regalos, los eventos promovidos por la industria. Los eventos en los que los médicos participan solo deberían ser
eventos organizados por instituciones científicas”, ha agregado el especialista.
En este sentido, ha manifestado que para mejorar la formación de los médicos que prescriben y
minimizar el impacto de las estrategias publicitarias (propaganda y marketing) de la industria farmacéutica, se debe combatir las estrategias con conocimiento y educación adecuada.
“Son ellos los que tienen que prescribir racionalmente de acuerdo a beneficios, disponibilidad en el mercado y precio.
Hay protocolos que tienen los países y que los profesionales de la salud deben seguir”, ha considerado.