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DÍA MUNDIAL
¿Programas de VIH en Ecuador amenazados tras interrupción de los servicios de salud por la CoVID19?
Se estima que el país está lejos de lograr llegar al objetivo de la ONU 90-90-90
Martes, 01 de diciembre de 2020, a las 15:30
Ricardo Buri, director del Grupo de Apoyo Positivo para Personas VIH Positivas.

Ricardo Buri, director del Grupo de Apoyo Positivo para Personas VIH Positivas.


Cristina Coello. Quito
Con el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida), al igual que la CoVID, es crucial acceder a la prueba de diagnóstico temprano, pero bajo las actuales restricciones en los sistemas de salud se hace urgente promover una nueva estrategia de autoprueba, ha recomendado la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
 
En la región solo 10 países cuentan con políticas para la autoprueba de VIH y Ecuador no es parte de la lista. Tampoco lo tiene planificado, pero para este Día Mundial de Lucha contra el Sida (1 de diciembre), el organismo internacional la ha recomendado como estrategia clave para alcanzar el objetivo de las Naciones Unidas (ONU) de que el 90 por ciento de las personas con VIH conozcan su estado.
 
Ricardo Buri Villacrés, director del Grupo de Apoyo Positivo para Personas y Familiares de Personas VIH Positivas de Ecuador, también se ha manifestado preocupado por las limitaciones que la pandemia de CoVID19 ha ocasionado a las personas con el virus de inmunodeficiencia.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Buri ha asegurado que no existen cifras oficiales actualizadas sobre la cantidad de personas portadoras del VIH, pero el activista está seguro de que el grupo de edad más afectado está entre los 20 a 49 años y está concentrada entre los hombres que tienen sexo con hombres y los transexuales femeninos con mayor número de casos en hombres.
 
También ha dejado claro las diferencias en la atención a estos pacientes en las unidades del Ministerio de Salud (MSP) y en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). En el primero no han tenido inconvenientes en la entrega de medicamentos antiretrovirales, ha comentado; mientras en el segundo, los problemas han sido frecuentes, razón por la cual los afectados han acudido incluso a la Defensoría Pública.
 
Las cifras del país y el objetivo 90-90-90
  
Información del MSP del 2018 ha determinado que en país existen 43.871 personas infectadas y que la epidemia de VIH “es de tipo concentrada en grupos de población clave (GPC), con una mayor prevalencia en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) (16,5 por ciento en Quito y 11,2 por ciento en Guayaquil), y personas transfemeninas (MTF) (34,8 por ciento en Quito y 20,7% en Guayaquil)".
 
En cuanto a la tasa de incidencia de VIH el Ecuador registra el 0,22 por cada 1.000 habitantes, y “en el grupo etario más afectado (15 a 49 años) ésta se encuentra en 0,3 por cada 1.000 habitantes, encontrándose por debajo del promedio latinoamericano (0,5)", según el MSP.
 
El estudio epidemiológico del MSP ha señalado que "la década más reciente, entre el 2007 y 2017, se abarcó el 76 por ciento de notificaciones de VIH, hay un promedio en este periodo de 3.995 casos notificados. En el 2018 se notificaron 4.077 casos nuevos de VIH", de esos se estima que 430 casos correspondieron a mujeres embarazadas (10,5 por ciento).
 
Sobre la mortalidad, Salud ha determinado que "en el 2017, la tasa de mortalidad relacionada al sida fue de 5,02 defunciones por cada 100.000 habitantes. Se estima que el Ecuador tiene 11.964 fallecidos por causas relacionadas al sida".
 
El grueso de los casos en 2018 se concentró en Guayas (27,99 por ciento; 1.141 casos), Pichincha (21,54 por ciento; 878), El Oro (6,67 por ciento; 272), Los Ríos (6,52 por ciento; 266), Esmeraldas (6,01 por ciento; 245), Manabí (5,79 por ciento; 236), Azuay (5,57 por ciento; 227) y Santo Domingo (4,73 por ciento; 193). La enfermedad se presenta en un 84.40 por ciento en personas de entre 20 y 49 años, sobre todo en la zona de Guayas.  
 
Para Buri, el país está todavía lejos de lograr llegar al objetivo de la ONU 90-90-90 (90 por ciento que conozcan su estado serológico, que reciban terapia antirretrovírica y tengan supresión viral) porque no hay estadísticas oficiales.
 
En 2018, el MSP estimó que el 76 por ciento de los pacientes conocía su estado, el 79 por ciento tenía terapia y apenas el 67 por ciento había logrado la supresión de la carga viral.
 
“Lamentablemente el contexto del CoVID ha cambiado la respuesta en el área de salud, volcando todos los esfuerzos técnicos, económicos, humanos hacia el nuevo virus, dejando en segundo plano al VIH”, se ha lamentado el activista.
 
Para Buri es necesaria información clara y transparente por parte de las autoridades, así como la vigilancia de los grupos de pacientes para evitar que la emergencia por la CoVID provoque descuidos en la atención al VIH.
 
La indetectabilidad y el personal de salud
 
Aunque en 2017 la comunidad científica determinó que las personas con valores indetectables del virus ya no son contagiosas, Buri ha considerado que la comunidad médica nacional no informa de ello adecuadamente a los pacientes.
 
Buri ha estimado que lo ideal es educar a los pacientes para evitar que dejen de usar preservativos, lo que podría provocar un repunte en otras enfermedades de transmisión sexual.
 
Para el activista, el informar adecuadamente sobre la carga viral indetectable es un estímulo para vencer los estigmas y la discriminación tanto dentro como fuera de los grupos de riesgo. Por ello también ha insistido en que todas las personas con el VIH puedan acceder y beneficiarse del tratamiento antiretrovial.
 
Cae la cantidad de diagnósticos
 
Hay indicios de que, desde el inicio de la pandemia, el número de personas que se han realizado la prueba para detectar la infección por el VIH ha disminuido drásticamente tanto en el Caribe como en América Latina, según ha informado la OPS.
 
“La CoVID19 plantea un desafío para la prevención, las pruebas, el tratamiento y los servicios de atención de salud para pacientes con VIH”, ha señalado César Nuñez, director regional de ONUSIDA.
 
“Cualquier desaceleración en la prestación de estos servicios dejará a muchos grupos particularmente vulnerables en mayor riesgo de infección por el VIH o muerte relacionada con el sida”, ha advertido.
 
Según Nuñez, “afortunadamente, disponemos de estrategias para responder a estos desafíos, entre las que se incluyen las pruebas autoadministradas y la entrega de varios meses de medicación de una vez, lo que reduce el número de veces que los pacientes deben ir a consulta. Sin embargo, debemos asegurarnos de que estas estrategias se estén aplicando”, ha añadido




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