Edición Médica

Se llama a mejorar la protección financiera por los gastos de salud.

Redacción. Quito
A propósito del ‘Día de la Cobertura Sanitaria Universal’ (12 de diciembre), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su nuevo informe sobre el gasto sanitario mundial en 2024, donde se advierte de la caída de la inversión pública mundial en salud tras la pandemia de la COVID-19.
 
Según el informe, durante la pandemia entre los años 2020-2022, a nivel mundial, el gasto en salud aumentó de manera significativa durante y después de la pandemia, alcanzando un promedio del 9,8 por ciento del PIB global en 2022, En particular, los países de ingresos bajos y medianos mostraron incrementos en sus presupuestos de salud.
 
Pero luego el gasto público general disminuyó y ha representado según el organismo el primer descenso mundial en términos reales desde el año 2000. La excepción fueron los países de renta alta, donde la prioridad sanitaria se mantuvo cerca de los niveles de 2021.
 
“Si bien el acceso a los servicios de salud ha mejorado a nivel mundial, el uso de esos servicios está llevando a cada vez más personas a la pobreza o a dificultades económicas. El Día de la Cobertura Sanitaria Universal es un recordatorio de que la salud para todos significa que todas las personas pueden acceder a los servicios de salud que necesitan, sin dificultades económicas”, ha enfatizado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
 
¿Qué recomendaciones aplican al Ecuador?
 
El informe de la OMS resalta la importancia de una inversión robusta y equitativa en salud. Para Ecuador, aplican algunas recomendaciones no solo para mejorar su sistema de salud actual, sino que también prepararía al país para enfrentar futuros desafíos sanitarios.
 
El país, que ya enfrenta desafíos en el acceso a servicios de salud, al igual que muchos otros de la región se ha recomendado incrementar aumentar en el presupuesto destinado a salud para, entre otras cosas, mejorar la infraestructura hospitalaria y los servicios básicos de atención primaria.
 
Por otro lado, el informe puede servir de guía para identificar y abordar las disparidades en el acceso a atención médica, implementar políticas que aseguren el acceso equitativo a servicios de salud, especialmente en áreas rurales y menos favorecidas.
 
Así mismo, en general, el informe ha sugerido a los países invertir en el fortalecimiento de los sistemas de salud, incluyendo provisión de equipos y personal capacitado, lo que ayudará a estar mejor preparados ante futuras crisis sanitarias.
 
El organismo ha vuelto a enfatizar en la atención a la salud mental, con programas específicos en el sistema de salud público, aspecto que en el caso de Ecuador requiere de recursos para que esta atención esté disponible para quienes los necesiten.
 
El informe también ha mencionado la preparación para futuras pandemias y la inversión que para ellos se necesita sobre todo en la capacidad de respuesta a emergencias.
 
¿Quién paga la atención sanitaria?
 
En el informe se ha insistido en que proteger a las personas de las dificultades financieras que suponen los gastos médicos directos es fundamental para lograr la salud para todos. Sin embargo, la OMS ha mostrado que el gasto de bolsillo sigue siendo la principal fuente de financiación de la salud en 30 países de ingresos y medios bajos. En 20 de esos países, más de la mitad del gasto total en salud del país lo pagaban los pacientes directamente, lo que contribuye al ciclo de pobreza y vulnerabilidad.
 
No obstante, los problemas que plantea la falta de protección financiera para la salud no se limitan a los países de bajos ingresos. Incluso en los países de altos ingresos, los pagos directos generan dificultades financieras y necesidades insatisfechas, en particular entre los hogares más pobres. Los datos más recientes sobre las cuentas de salud muestran que en más de un tercio de los países de altos ingresos, más del 20 por ciento del gasto total en salud se pagó directamente del bolsillo.
 
Por ello, con motivo de este Día Mundial, la OMS ha hecho un llamamiento a los dirigentes para que hagan de la cobertura sanitaria universal una prioridad nacional y eliminen el empobrecimiento causado por los gastos relacionados con la salud para 2030.
 
“Entre las estrategias eficaces para fortalecer la protección financiera se incluyen la minimización o eliminación de los cargos a los usuarios para los más necesitados, incluidas las personas con bajos ingresos o enfermedades crónicas, la adopción de leyes para proteger a las personas de los costos de la salud que empobrecen y el establecimiento de mecanismos de financiación de la salud mediante fondos públicos para cubrir a toda la población”, se ha informado en un comunicado oficial.
 
Para la OMS, la financiación pública debe presupuestar un paquete asequible de servicios de salud esenciales (desde la promoción de la salud hasta la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos) utilizando un enfoque de atención primaria de salud .

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