EFECTOS DE ENFERMEDADES
¿Qué relación hay entre la depresión y el dengue? Una investigación lo descifra
En el estudio participaron pacientes de 18 a 65 en un período comprendido entre 2019 a 2020
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos.
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Redacción. Quito
Investigadores de la
Universidad Católica del Ecuador (PUCE) han encontrado evidencia de que el
dengue puede desencadenar sintomatología relacionada a
depresión, tras un estudio realizado en Esmeraldas.
Si bien el dengue es una
enfermedad endémica en el país, los contagios van registrando un dramático aumento. Según cifras del Ministerio de salud Pública (MSP) hasta septiembre de 2024 se registraron más de 51.000 infecciones y 46 fallecidos; mientras que en el 2023 fueron casi 28.000 casos y 33 muertos.
Según el estudio dirigido por el docente e investigador de la Facultad de Medicina de la PUCE,
Julio Salazar Buenaño, se ha evidenciado síntomas psicológicos como la
depresión,
ansiedad y
estrés después de un episodio de dengue.
Se ha dado seguimiento 102 pacientes iniciales con dengue y 78 personas que no habían tenido esta enfermedad y los resultados revelaron que, al mes de haber superado el dengue, aproximadamente, el 40 por ciento de los participantes mostraban
síntomas de depresión. Esto comparado con solo un 14 por ciento del grupo sin dengue.
Estos niveles disminuyeron con el tiempo. No obstante, el estudio ha mostrado que, en la etapa posterior a la enfermedad, los pacientes con dengue tenían un riesgo significativamente mayor de presentar
trastornos del estado de ánimo, ha informado la PUCE.
“Las personas con síntomas de depresión, tras superar el dengue, presentaron varios indicadores emocionales. Por ejemplo, dificultad para experimentar placer o interés en actividades que antes disfrutaban, como hobbies, deportes o incluso la
interacción social”, ha detallado Salazar.
Alteraciones neurocognitivas
Así mismo, el estudio ha revelado una
afectación neurocognitiva en los pacientes evaluados un año después de haber padecido dengue. Se observó que la enfermedad puede comprometer el funcionamiento de la memoria de trabajo espacial. Esta es una habilidad mental clave para realizar tareas diarias que implican planificación y toma de decisiones.
“Esta memoria nos permite recordar y manipular información sobre la ubicación de objetos en el espacio. Es importante para
organizar pensamientos y acciones”, ha explicado el investigador.
Hacen falta más estudios
El equipo de investigación de la PUCE ha recalcado en la importancia de realizar
estudios prospectivos más grandes para “confirmar estos hallazgos y establecer protocolos de atención a pacientes que han superado el dengue”.
No obstante, ha adelantado que los resultados de esta investigación no solo representan un avance importante para la medicina, sino que también “subraya la necesidad de abordar el
impacto del dengue desde una
perspectiva integral, que incluya la salud física y mental de los pacientes”.
“El dengue no deja
secuelas físicas graves en la mayoría de los casos. No obstante, nuestros hallazgos sugieren que puede haber
consecuencias psicológicas que deben ser consideradas”, ha insistido Salazar.