¿Qué tan común es el cáncer de tiroides en el Ecuador?
Actualmente puede existir sobrediagnóstico
Jueves, 24 de septiembre de 2020, a las 13:03
Hamilton Abad, endocrinólgo SOLCA Guayauil.
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Cristina Coello. Quito
Desde el año pasado en Ecuador el de tiroides ha pasado a ser
el tercer tipo de cáncer más frecuente en mujeres detrás de mama y cérvix. Eso ha evidenciado un aumento en el diagnóstico de esta patología, ha señalado
Hamilton Abad, del Servicio de Endocrinología de SOLCA Guayaquil.
Según datos oficiales, la incidencia anual fue de 3 por 100.000 habitantes en el 2001 pero de
22 por 100.000 habitantes en el 2016. Las mujeres tienen cinco veces más probabilidades que los hombres de tener cáncer de tiroides en Ecuador.
La mortalidad atribuible al cáncer de tiroides representa menos del 0,3 por ciento de todas las muertes por cáncer en el país, mientras que la tasa de
mortalidad estandarizada en promedio es de 1,1 por cada 100.000 habitantes (1,4 mujeres y 0,7 hombres).
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Abad ha reconocido que el
sobrediagnóstico de la enfermedad (a nivel mundial) también
puede ser una probabilidad, aún así, actualmente “la ecografía permite detectar pequeños nódulos y catalogar mejor cuáles son tributarios a una punción” o a seguimiento.
El cáncer de tiroides
se diagnostica comúnmente a una edad más temprana en comparación con la mayoría de los otros cánceres que afectan a los adultos.
“Más del 85 por ciento de los casos tienen buen pronóstico. La edad es un factor importante. En pacientes menores de 55 años, la tasa de supervivencia a 10 años es del 98 al 99 por ciento. Por el contrario, las tasas de mortalidad alcanzan del 20 al 25 por ciento entre los pacientes mayores de 70 años”, ha detallado el especialista.
Cambios en el tratamiento
Existen varios tipos de cáncer de la glándula tiroidea. Algunos crecen muy lentamente y otros pueden ser muy agresivos. Pero en casi todos los casos es posible dar un tratamiento, el cual dependerá de la etapa e indicaciones del médico.
Los tratamientos pueden incluir
cirugía, terapia hormonal, yodo radiactivo, radiación y, en algunos casos inhibidores de la tirosin quinasa.
Uno de los cambios en el tratamiento ha sido la eliminación de la extirpación total de la glándula. Dependiendo del caso, “ahora
se retira solo el lado afectado y se evita el uso del yodo radioactivo. Hay estudios que avalan la no cirugía en canceres menores a un centímetro con características determinadas y que permiten hacer seguimiento a largo plazo”, ha comentado el especialista.
Por otro lado, Abad ha mencionado que
no existen muchas recomendaciones frente a la prevención de los problemas de tiroides, pero ha aconsejado a la ciudadanía en general evitar el estrés, realizar actividad física y mantener una alimentación sana y balanceada que incluya hortalizas y frutas, maricos y algas, hígado y cereales enriquecidos.