UNIDAD CARDIOTORÁCICA
Hospital Baca Ortiz pionero en oxigenación por membrana extracorpórea
Sistema de ECMO permite reparar defectos en el corazón de niños
Personal de la Unidad Cardiotorácica del Hospital Baca Ortiz.
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Adriana Gualotuña. Quito
Personal médico y administrativo de la Unidad de Cardiotorácica del Hospital Baca Ortiz ha realizado la primera casa abierta sobre
Cardiología y soluciones quirúrgicas, para tratar los defectos del corazón en niños de edad pediátrica de acuerdo a sus necesidades.
Gracias a esta unidad en la casa de salud se ha podido aumentar la oferta de operaciones y el entrenamiento al personal especialista, que ha resuelto cada vez más casos complejos de
cirugía cardiaca.
Uno de los procedimientos explicados durante el evento ha sido el sistema de
Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO), el cual tiene como objetivo reparar los defectos del corazón en niños con la ayuda de un soporte circulatorio durante el proceso quirúrgico.
El responsable del área Cardiotorácica
Gerardo Dávalos, ha señalado para REDACCIÓN MÉDICA que “ECMO es una máquina, que en cirugía
recibe la sangre del paciente y la bombea de vuelta al cuerpo, a la misma vez que la oxigena, cumpliendo así con el papel de corazón y pulmón”.
Esto ha permitido que mientras se opera a nivel interno, se pueda
detener el corazón y la respiración para que la máquina se encargue de toda la circulación y oxigenación del cuerpo para realizar la cirugía, ha señalado Dávalos.
El procedimiento implementado en la unidad del hospital se ha convertido en pionero, ya que recibe a sus pacientes y los maneja de acuerdo a sus necesidades durante su periodo post operatorio en una sola área, con ayuda de personal dedicado y
exclusivo para esos cuidados.
En la casa de salud se han realizado
2000 cirugías de corazón, las cuales han presentado buenos resultados, equiparables a los grandes centros del mundo, ha indicado el jefe de la unidad cardiotorácica.
Dávalos ha señalado que en el país la
cuarta causa de muerte infantil son los problemas cardíacos congenititos, y cerca de 2000 niños con problemas de corazón mueren al no ser intervenidos quirúrgicamente.
Ante estas cifras el experto ha asegurado que “el riesgo de la cirugía depende de la complejidad de la misma, sin embargo, este riesgo se muestra menor frente a las
probabilidades de muerte del niño que no ha sido intervenido”.
“El déficit por el cual no es posible realizar las operaciones necesarias en niños van más allá de la falta de centros especialiizados, pues no existe una
red a nivel nacional que pueda identificar las enfermedades cardiacas de manera precoz”, ha indicado el especialista.
Por lo que ha señalado que eventualmente se deberían crear más centros para la realización de un mayor número de cirugías a nivel nacional, con la participación de grupos médicos que
capten y refieran oportunamente los problemas cardiacos de la población infantil.