HERRAMIENTA INFORMATIVA
A la región aún le falta abordar las inequidades en el acceso a la salud sexual y reproductiva, según OPS
El documento sugiere medidas para mejorar sobre la base de evidencia científica y experiencias exitosas
Autoridades de OPS presentaron el informe.
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Redacción. Quito
Con poco más del 81 por ciento de cobertura de
servicios de salud reproductiva, la mayoría de los países de la región de las Américas han mejorado, pero aún existen desigualdades entre y dentro de ellos, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el marco del encuentro regional por el
Día de Acción por la Salud de las Mujeres, el director de OPS,
Jarbas Barbosa, ha mencionado que las barreras de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva son mayores en poblaciones en
situaciones de vulnerabilidad, lo que conduce a que determinados grupos presenten sistemáticamente peores resultados en salud reproductiva.
“Abordar estas inequidades es fundamental para lograr la salud universal, proteger los derechos humanos, promover la
igualdad de género, luchar contra la discriminación y mejorar los
determinantes sociales de la salud”, ha recalcado Barbosa.
En el encuentro, la OPS ha presentado los principales hallazgos y conclusiones del documento denominado “
Estado del acceso a servicios de salud sexual y reproductiva”.
El documento da cuenta del estado de situación de la salud sexual y reproductiva en la región, las respuestas de
políticas sanitarias y las barreras de acceso existentes. Además, sugiere medidas para mejorar la situación sobre la base de evidencia científica y experiencias exitosas.
Según este informe, el acceso a
métodos anticonceptivos de larga duración ha presentado grandes disparidades entre los países de América Latina y el Caribe. La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en este acceso, forzando a millones de mujeres a interrumpir su uso debido a disrupciones en la provisión pública y dificultades económicas.
La
tasa de fecundidad en adolescentes ha experimentado una ligera disminución en la última década, aunque persisten variaciones importantes entre subregiones y países. Sin embargo, se estima que millones de embarazos en esta franja de edad son no planificados cada año.
Barbosa se ha referido a la
mortalidad materna y expresó que “sigue siendo inaceptablemente alta en las Américas y no se corresponde con el nivel de desarrollo de la región ni con los recursos que se han invertido para abordar este problema”. Sobre este punto ha señalado como una de principales dificultades la existencia de inequidades en el acceso a una atención de calidad.
El director de OPS ha sido enfático en señalar que es fundamental contar con
marcos normativos, políticas y regulaciones orientadas a la
atención primaria de salud, con una visión integral de salud, sexualidad y reproducción.
Así mismo ha destacado la necesidad del
trabajo intersectorial que abarque, no solo áreas de la salud, sino que involucre también a educación y protección social. Además, realizó un llamado a fortalecer el compromiso político para asegurar una
financiación adecuada y sostenible para la implementación de intervenciones costoefectivas dentro de los sistemas de salud.
“Con esfuerzos sostenidos y colaborativos, podemos fomentar sociedades en las que las mujeres puedan experimentar la maternidad de manera segura, positiva y digna. Los imperativos de la salud y los
derechos humanos son claros: es hora de que la comunidad sanitaria mundial se una en torno a la agenda para garantizar la salud y los derechos sexuales y reproductivos”, ha sentenciado.
Inversión en salud beneficia a todos
Por su parte, la directora del Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) de la OPS,
Suzanne Serruya, ha presentado las principales conclusiones del documento y señaló que se ha comprobado que la
inversión en salud sexual y reproductiva tiene importantes beneficios para los Estados, las sociedades y las personas. “Garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es una cuestión de derechos humanos y una estrategia para el desarrollo de los países”, ha recalcado.
En la misma línea el director del Departamento de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS,
James Fitzgerald, ha recordado que existen acuerdos y compromisos asumidos por la región que son ineludibles y requieren la acción de los países para avanzar definitivamente en la agenda de derechos sexuales y reproductivos.
“Es un tema de
justicia social que tiene un enorme impacto en la vida de las personas, en particular de las mujeres, y es imperioso actuar en consecuencia. Este documento es una
herramienta valiosa ya que proporciona información basada en evidencia y plantea pasos a seguir para avanzar hacia una sociedad más justa en términos de derechos sexuales y reproductivos”, ha mencionado Fitzgerald.