SIGUEN LA PISTA POR AÑOS
Academia alertó de contaminación de alimentos con plomo, pero ahora avanza con nueva investigación
Una investigación de la PUCE encontró plomo en salsas de tomate y barbecue
La PUCE encontró plomo en salsas de tomate y barbecue.
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Redacción. Quito
El
Centro de Estudios Ambientales y Químicos (CESAQ) y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) lidera una investigación sobre la presencia de
metales peligrosos, como mercurio, plomo, cromo y cadmio en los alimentos y su impacto en la salud pública.
En una publicación de la revista ‘Conexión’ de la PUCE, se ha informado que desde 2018, los investigadores de ese centro han monitoreado la
calidad de los productos que consumimos los ecuatorianos y en algunos casos se ha encontrado metales tóxicos en tomates, zanahorias, lechugas, banano, leche, pescados, entre otros.
Pero ante la reciente
alerta de autoridades sanitarias de los Estados Unidos y la presencia de plomo en papillas producidas en Ecuador, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) también realizó controles y reveló que lotes de
canela importada estaban contaminados con cromato de plomo.
Gabriela Yánez, investigadora del CESAQ de la PUCE, ha explicado que “el plomo, al ser ingerido, con el tiempo, se acumula en el organismo. Sus efectos pueden ser perjudiciales, especialmente, en cantidades significativas. En los
niños, puede interferir con el desarrollo cognitivo y el crecimiento. Mientras que, en los adultos, puede contribuir a problemas cardiovasculares, entre otros”.
La investigadora ha recalcado que las mujeres embarazadas podrían ser las más afectadas por esa contaminación alimentaria ya que puede provocar efectos neurológicos graves en el feto e incluso un aborto.
Contaminación en salsas de tomate y especias
Después de esta alerta de ARCSA, investigadores de la PUCE han realizado un análisis aleatorio a ocho
salsas de tomate y especias disponibles en estanterías ecuatorianas. Los resultados revelaron que dos marcas de salsa de tomate y una de
salsa barbecue estaban contaminadas con plomo.
“En estos productos, se evidenciaron valores entre tres y cinco miligramos por kilogramo. Superan hasta 20 veces el límite permitido”, ha señalado
Isabel Cipriani, líder de la investigación e investigadora en la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la PUCE.
Tras esos primeros resultados, actualmente, alrededor de cinco
universidades colaboran en esta investigación. El objetivo es identificar si, además de la canela, están contaminadas también especias como la
cúrcuma, la
paprika y la
pimienta.
“Estamos trabajando en un
barrido extensivo de marcas y productos. Sumamos esfuerzos para identificar qué otras especias podrían estar contaminadas”, ha mencionado Cipriani.
Contaminación de productos orgánicos y convencionales
Según la PUCE, se ha evaluado la presencia de
metales tóxicos, también conocidos como trazas, en productos que se venden en mercados y plazas como
lechugas,
tomates,
plátanos, peces y moluscos bivalvos.
Además, han explorado la diferencia entre
productos orgánicos y convencionales y se ha descubierto que ambos pueden contener metales pesados dependiendo de las prácticas de cultivo. También han revelado que existe plomo en algunos
productos lácteos como la leche.
“Descubrimos que el simple hecho de que un alimento sea etiquetado como orgánico no garantiza que sea mejor. Aunque ciertos cultivos orgánicos prescinden del uso de químicos, evidenciamos que pueden
acumular metales pesados de otras fuentes orgánicas. Estos metales, al ser absorbidos por las plantas, terminan depositándose en los frutos que luego consumimos”, ha explicado Hugo Navarrete, director de investigación de la PUCE.
El investigador ha dejado claro que seguirán en la labor sobre todo por la ausencia de
control en Ecuador y algunos industriales eluden responsabilidades, pero también recordó que la academia es “un brazo fuerte de apoyo para la toma de decisiones” en las
políticas públicas.
“Los investigadores de la PUCE no solo buscan señalar la problemática. Orientan su labor a la formulación de políticas públicas más sólidas y una mayor conciencia sobre la relación entre
contaminación,
alimentos y la
salud de la población. Así, se hace un llamado a la acción coordinada para garantizar la seguridad alimentaria y la salud pública en Ecuador”, ha recalcado Navarrete.