Edición Médica

Jorge Yunda, alcalde de Quito.

Redacción. Quito
En un encuentro virtual, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, ha escuchado las recomendaciones de 14 especialistas del sector sanitario y representantes de la academia para analizar la situación de la ciudad y evaluar un posible cambio en la denominada semaforización epidemiológica de rojo a amarillo.
 
Temas como la validez de los datos que se presentan día a día, las pruebas PCR para determinar el número de contagiados, pruebas rápidas, el sistema de salud que puede verse colapsado, la letalidad de la enfermedad, la curva epidemiológica en nuestra ciudad, la salud mental y la situación social y económica del país han sido analizadas durante esta reunión.
 
Yunda ha destacado la importancia de “tener el criterio de docentes expertos porque no podemos encerrarnos por eternidades, ni tampoco salir apresuradamente”. También agradeció el trabajo de la academia y manifestó que los criterios técnicos y científicos aportarán en la decisión que será analizada y tomada por el Comité de Operaciones de Emergencia Metropolitano, COE-M.
 
Opiniones como la posibilidad de pasar a un color amarillo modificado por parroquias, medida que podría ser tomada en función de los indicadores, para no lamentar situaciones que pueden ser impredecibles, fue una de las recomendaciones.
 
Los especialistas también han solicitado trabajar de manera conjunta en educación sanitaria y comunicación. Enfatizaron en la promoción del uso de la mascarilla, su buen uso, distanciamiento físico y medidas higiénicas como lavarse las manos con agua y jabón y que estos mensajes lleguen a los sectores populares.
 
El alcalde ha reitero que es importante “aprender a convivir con este virus” y sobre la base de los estudios epidemiológicos, científicos estadísticos, poder “tomar las decisiones: las que más convengan, las que más puedan salvar vidas”.
 
Tras escuchar las intervenciones, Yunda ha planteado la posibilidad de tomar un color “amarillo modificado”, y replantear ciertas restricciones para tomar medidas que vayan en función de los indicadores.
 
Las recomendaciones
 
El rector de la UTE, Ricardo Hidalgo, ha insistido en mantener el confinamiento obligatorio hasta el 17 de junio, cuando se cumplan las 12 semanas que han sido estándar en el mundo para comenzar la flexibilización. Para conseguirlo, ha sugerido continuar con la entrega de canastas alimenticias para sectores vulnerables, incrementar la toma de pruebas PCR, y principalmente, control del aislamiento de los casos positivos mediante una vigilancia epidemiológica.
 
Andrés Peralta ha recordado los criterios de la OMS para ajustar las medidas de aislamiento y señaló que Quito no se encuentra en la capacidad de lidiar con un resurgimiento de casos al  levantar las restricciones, así como tampoco maneja un control de la pandemia ni una detección y manejo de nuevos casos, más bien la ciudad reporta un incremento.
 
Por su parte, Susana Alvear, docente de la Pontificia Universidad Católica (PUCE)  ha dicho que “en Quito existen en promedio 160 nuevos casos al día. De ellos, el 20 por ciento necesitarán hospitalización y el 5 por ciento terapias intensivas. ¿Dónde se les pondrá?”. Ella ha insistido en la apertura lenta de actividades “para no desbordar el sistema sanitario”, así como también fortalecer el cuidado del personal de salud.
 
El rector de la Universidad Central (UCE), Fernando Sempértegui, también ha propuesto postergar dos semanas más la reactivación y volver a evaluar un cambio del color de semáforo epidemiológico, pero parroquial. También ha enfatizado en el fortalecimiento de la educación sanitaria para “empoderar a la población” en los cuidados frente a la nueva enfermedad.

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