Edición Médica

Estos productos son conocidos por diferentes nombres.

Redacción. Quito
La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), a través del Centro Nacional de Farmacovigilancia (CNFV), ha tomado conocimiento de las investigaciones que está realizado la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos sobre los incidentes de enfermedades respiratorias graves asociadas con el uso de productos de cigarrillos electrónicos.
 
En un comunicado oficial, la agencia ha señalado que “si bien algunos casos presentados en los Estados Unidos son similares y parecen estar relacionados con el uso de productos de cigarrillos electrónicos, se necesita más información para determinar qué está causando las enfermedades respiratorias”.
 
La FDA ha señalado que, al momento, las sustancias específicas dentro de los productos de cigarrillos electrónicos que causan enfermedades no se conocen y podrían involucrar una variedad de elementos.
 
Según los reportes en Estados Unidos, los síntomas generalmente se desarrollan durante un período de días, pero a veces pueden manifestarse durante varias semanas y están relacionados a molestias gastrointestinales que a veces precedieron a los síntomas respiratorios.
 
Además se ha informado la presencia de fiebre, taquicardia y un recuento elevado de glóbulos blancos en ausencia de una enfermedad infecciosa identificable. Muchos pacientes han buscado atención inicial en entornos ambulatorios, algunos con varias visitas, antes del ingreso al hospital.
 
Los hallazgos radiológicos han variado y no están presentes en todos los pacientes en la presentación inicial. Muchos requirieron oxígeno suplementario, algunos ventilación asistida y oxigenación, y otros han sido intubados. 
 
Hay pacientes que  han sido tratados con corticosteroides con mejoría demostrada. La terapia antimicrobiana sola no se ha asociado sistemáticamente con la mejoría clínica, aclara el comunicado del ARCSA.
 
“Los cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina, saborizantes u otras sustancias añadidas. También pueden contener sustancias nocivas o potencialmente nocivas; metales pesados (por ejemplo plomo), compuestos orgánicos volátiles, productos químicos que causan cáncer”, se ha precisado en el comunicado oficial.
 
La recomendación
 
ARCSA ha recomendado no comprar estos productos en la calle (por ejemplo, productos de cigarrillos electrónicos con Tetrahidrocannabinol - THC u otros cannabinoides) y no modificar los productos de cigarrillos electrónicos ni agregar sustancias a estos productos que no están destinados por el fabricante.
 
También ha insistido en que los productos de cigarrillos electrónicos “no deben ser utilizados por jóvenes, adultos jóvenes, mujeres embarazadas y adultos que actualmente no usan productos de tabaco”.
 
“Si usa productos de cigarrillos electrónicos, controle los síntomas (tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho) y busque atención médica de inmediato si tiene dudas sobre su salud”, ha reiterado la información oficial.
 
Los nombres
 
La agencia ha aclarado que estos productos son conocidos por muchos nombres diferentes y vienen en muchas formas, tamaños y tipos de dispositivos. Pueden denominarse como e-cigs, vapes, e-hookahs, bolígrafos vape, mods, tanques o sistemas electrónicos de suministro de nicotina (ENDS por sus siglas en inglés).
 
Algunos dispositivos de cigarrillos electrónicos se parecen a otros productos de tabaco, como los cigarrillos; algunos se asemejan a artículos domésticos comunes como unidades flash USB, bolígrafos y linternas; y otros tienen formas únicas.
 
La agencia ha detallado que el uso de cigarrillos electrónicos “a veces se conoce como vaping o juuling. Los cigarrillos electrónicos utilizados para frotar se denominan a veces bolígrafos dab”.

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