¿Es necesario fortalecer la Atención Primaria de Salud en la Seguridad Social?
Autoridades y académicos han analizado los desafíos de la implementación de APS
Martes, 20 de noviembre de 2018, a las 15:42
Pedro Isaac Barreiro, Sonia Quezada, Ramiro López, Sonia Díaz y Andrés Sotomayor.
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Redacción. Quito
En el marco de la conmemoración de los 40 años de la Conferencia Internacional de Alma-Ata, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con el apoyo de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), ha organizado el conversatorio ‘
Importancia de la implementación de la Atención Primaria de Salud en la Seguridad Social’.
En este evento, se ha enfatizado la necesidad del fortalecimiento de la Atención Primaria en Salud (APS) en un marco de desarrollo económico, social y político justo e incluyente. Además, de
eliminar las barreras estructurales, económicas, culturales, geográficas, lingüísticas y de género, que impiden a las personas acceder a los servicios de salud, ha informado la OPS/OMS en un comunicado.
Al abrir el evento,
Manolo Rodas, presidente del Consejo Directivo del IESS, ha destacado el desafío de invertir el modelo y
priorizar la APS en la seguridad social.
“Dentro de la seguridad social tenemos grandes retos para que nuestro sistema de salud, a nivel primario de atención, para que sea reforzado y
funcione de una manera más eficiente”, ha dicho Rodas.
Por su parte,
Andrés Sotomayor, director del Seguro General de Salud Individual y Familiar del IESS, ha manifestado que el desafío para la Seguridad Social es pensar
cómo desde los determinantes se construye la salud.
Por este motivo, ha señalado que es importante lograr vínculos fuertes y
participación de la comunidad afiliada; y fortalecer los procesos de educación y responsabilidad en salud para posicionar a la comunidad como gestor sanitario, con plena participación para la implementación de políticas y toma de decisiones en salud.
Asimismo, ha destacado la importancia de contar con talento humano altamente capacitado y con
fuerte motivación para el desempeño; la evaluación de alternativas y herramientas tecnológicas para el logro de los objetivos propuestos y la gestión eficiente de los recursos en salud.
“Es importante tomar
decisiones políticas audaces en todos los sectores para alcanzar la salud para todos y no dejar a nadie atrás. No importa dónde viva, la situación económica y social. La salud no es propiedad de los médicos, no es propiedad del sector salud, es un compromiso de todos los que vivimos en el planeta”, ha agregado
Sonia Quezada, asesora de Sistemas y Servicios de Salud de OPS/OMS.
Al respecto,
Sonia Díaz, viceministra de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, ha explicado el Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS), así como el desafío de la
reorientación del modelo hacia la promoción y la prevención de la salud, en donde la participación social es fundamental.
Por su lado,
Ramiro López, decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador (UCE), ha expuesto que, a pesar de la gran inversión financiera en salud,
el perfil epidemiológico es muy preocupante, ya que no ha cambiado la desnutrición infantil, el embarazo en adolescentes es uno de los más grandes de América, seguimos aumentando la prevalencia de diabetes, hipertensión y violencia.
Todo esto es un gran desafío y la academia tienen una responsabilidad muy importante en la formación de talento humano, por lo que, una nueva malla curricular con más fuerza en Atención Primaria de Salud, ha enfatizado.
En cambio,
Pedro Isaac Barreiro, experto en APS, ha explicado que en 1928 se crea la Caja de Pensiones y en 1968 se inicia el Seguro Social Campesino, lo que expresa la necesidad de extender la atención a la población rural, cuando el IESS atendía exclusivamente a la población urbana. “
Estas inequidades pretende enfrentar la estrategia de salud universal”, ha afirmado.
En este sentido, Barreiro ha enfatizado que
la participación de la población es indispensable. Sin embargo, “en la práctica seguimos muy lejos de esta declaración y Astana ratifica la participación de la comunidad como un factor indispensable. La salud no está en manos exclusivamente de los médicos; el médico no puede devolverle la salud a una persona que no come bien, que no tiene agua, que tiene problemas en su familia y comunidad. Por lo tanto, hay que dar un vuelvo a los paradigmas de salud y enfermedad”.