Urgente llamado de la CEPAL y OPS a incrementar el gasto público en salud
Según las últimas proyecciones solo un 22 por ciento de las metas de los ODS se alcanzarán en 2030
Este es el tercer informe conjunto.
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Redacción. Quito
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han hecho un llamado urgente a los gobiernos de la región a incrementar el
gasto público en salud para garantizar el
derecho a la salud de la población y para alcanzar el desarrollo social inclusivo en América Latina y el Caribe.
Los dos organismos internacionales han pedido no postergar la salud en la
agenda pública en el actual período pospandemia y han estimado que la inversión en salud “debería ser una prioridad”.
A seis años del plazo establecido para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la CEPAL y la OPS han presentado un tercer informe conjunto denominado “
La urgencia de invertir en los sistemas de salud en América Latina y el Caribe para reducir la desigualdad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, en el que han señalado que la pandemia de la COVID-19, junto con la crisis del desarrollo de América Latina y el Caribe, han configurado una situación que amenaza el logro de los ODS en la región.
“Las
desigualdades en el acceso a la salud, las brechas en la calidad de la atención recibida y los elevados gastos de bolsillo en que incurre la población no solo dejan en evidencia la urgencia de incrementar el gasto público en salud, de la mano de una
gestión eficiente de los recursos, sino que también revelan la necesidad de avanzar en la
sostenibilidad financiera de las inversiones para fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud”, han planteado los dos organismos.
Y para lograrlo han estimado que es fundamental que los países puedan avanzar en
acuerdos sociales que estén acompañados de
pactos fiscales sólidos.
Resultados del informe
Si bien entre 2000 y 2014 el gasto público en salud de América Latina y el Caribe aumentó un 25 por ciento, el
promedio de dicho gasto fue de un 4,5 por ciento del PIB en 2021, porcentaje aún inferior a la meta de al menos el 6,0 por ciento del PIB propuesta por la OPS/OMS.
En 2021, solo 61 por ciento del gasto total en salud de la región correspondió a gasto público, lo que da cuenta de la importancia que aún tiene en los países el gasto privado, siendo el
gasto de bolsillo el principal componente.
En promedio, ha detallado el informe, los hogares de la región debieron cubrir en 2021 más del 28 por ciento del gasto total en salud con pagos directos de bolsillo, y 11 países exhibían un gasto de bolsillo incluso superior al 35 por ciento. Esta cifra resulta preocupante, ya que los gastos de bolsillo reproducen las
desigualdades en acceso y calidad de la atención, y pueden traducirse en gastos catastróficos o empobrecedores.
En la presentación del documento,
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL ha sido enfático en señalar que “hoy, América Latina y el Caribe se enfrenta a una
crisis del desarrollo, sometida a tres trampas: de baja capacidad para crecer, elevada desigualdad y baja movilidad y cohesión social, y baja capacidad institucional y gobernanza poco efectiva”.
“En el ámbito sanitario, persisten problemas de
subfinanciamiento crónico, fragmentación y
segmentación de los sistemas de salud. Ahora más que nunca se requieren transformaciones indispensables en los modelos de desarrollo de la región, siendo la salud esencial para la ampliación de la protección social y para avanzar hacia un desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible”, ha añadido el secretario de la CEPAL.
Por su parte, Jarbas Barbosa, director de la OPS, ha enfatizado en que “superar las barreras al acceso a la atención, que hoy hacen que casi 3 de cada 10 personas tengan necesidades de atención médica insatisfechas en la región, es fundamental para cumplir con el derecho a la salud y alcanzar la
salud universal”.
También ha recomendado que “los países deben invertir más y mejor, no solo en hospitales y centros de salud, sino en la combinación adecuada de
recursos humanos, infraestructura, equipos, medicamentos y
tecnologías de salud que garanticen atención de calidad para todos. La pandemia nos ha enseñado que necesitamos sistemas de salud más fuertes y resilientes, y que solo lo lograremos si invertimos en ello”.
Proyecciones de la CEPAL
Según las últimas proyecciones de la CEPAL solo un 22 por ciento de las
metas de los ODS se alcanzarán en 2030, mientras que un 46 por ciento de ellas requiere mayor velocidad para ser cumplidas a tiempo y un 32 por ciento no lograría realizarse.
El retroceso en el cumplimiento de los ODS debido a la pandemia y las crisis en cascada “se manifiesta en indicadores clave de salud, como la
mortalidad materna, la cobertura de inmunización y otros asociados a la
malnutrición y la salud mental”, ha señalado el documento conjunto.
En la región, la alta desigualdad producto de los
determinantes sociales de la salud se refleja, por ejemplo, en que el quintil de menores ingresos presenta una mortalidad materna equivalente a más de siete veces la del quintil de mayores ingresos. Lo mismo ocurre con la mortalidad de niñas y niños menores de 5 años: el grupo con más desventaja en términos de ingresos tiene alrededor de 4,5 veces más riesgo de morir en comparación con el grupo más aventajado económicamente.
Lo anterior se repite en el caso de las
enfermedades crónicas no transmisibles: el grupo más desaventajado tiene un riesgo un 46 por ciento mayor de morir entre los 30 y los 69 años por estas enfermedades en comparación con el grupo más aventajado. Por último, datos de 2019 indican que la tasa de mortalidad atribuida al
agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de higiene es casi seis veces mayor en el quintil de menores ingresos, lo que deja en evidencia el efecto de las condiciones de vida en la salud de las personas.
Tanto la CEPAL como la OPS han destacado la relevancia de la estrategia de
atención primaria de salud, considerando sus tres componentes (servicios integrados y funciones esenciales de salud pública, acción multisectorial y participación social) como parte de la transformación de los sistemas de salud para reducir las desigualdades y abordar los retrocesos en la implementación de la Agenda 2030. Un enfoque integral e intersectorial que coordine la salud y los demás componentes de la
protección social permite abordar los determinantes sociales de la salud.
“Es primordial consolidar
sistemas de salud universales, integrales, sostenibles y resilientes que garanticen el acceso y la cobertura universal, brinden atención oportuna y de calidad a toda la población, independientemente de su capacidad de pago, y cuenten con mecanismos de financiamiento solidarios y sostenibles y capacidad de adaptación ante cambios y crisis”, ha finalizado el informe.