Edición Médica

Rafael Correa, presidente de Ecuador.

Redacción. Quito
Rafael Correa, presidente de Ecuador, ha indicado a los damnificados del terremoto que se encuentran en albergues improvisados a que se acojan a los bonos que ofrece el Gobierno para alquilar alojamientos o que a su vez se instalen en albergues oficiales porque los refugios espontáneos no ofrecen seguridad.

Según ha explicado los albergues oficiales disponen de asistencia sanitaria, psicólogos, energía eléctrica, duchas, motivadores para niños, seguridad, cocinas adecuadas y comida caliente. “Estos constituyen el lugar más adecuado para acoger a los afectados por el terremoto”.

“Es inaceptable que personas afectadas por la catástrofe sigan durante mucho tiempo en refugios informales, donde pueden darse situaciones de inseguridad, falta de higiene e incluso abusos sexuales”, ha señalado.

Para evitar estos problemas el mandatario ha informado que en Manta y Babahoyo existen “19 albergues gestionados por el Gobierno que reúnen condiciones adecuadas para las personas afectadas por el terremoto”.

Correa también ha dicho que estos albergues formales deberían ser “el último de los recursos” porque las personas que han perdido sus viviendas deberían instalarse con familiares. Además “todos estos refugios tienen que ir desapareciendo de a poco”, comentó.

De acuerdo a su explicación no se volverán a construir viviendas en zonas de riesgo, por lo que espera que las personas que entiendan que no pueden reinstalarse en los mismos lugares. “Es el momento de enmendar lo que estaba mal hecho”, puntualizó el mandatario.

Actualmente existen 33.757 personas ubicadas en albergues, además el Estado ofrece un bono de 200 dólares por albergar a familias damnificadas durante seis meses como tiempo máximo. En cambio los afectados pueden recibir el mismo bono para alquilar un alojamiento temporal.

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