El diagnóstico de cáncer de piel se pierde por eludir el estudio histopatológico
La incidencia en Quito se ubica en el puesto 19 entre 70 países
Patricio Peralta, cirujano de SOLCA.
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Cristina Coello. Quito
Para el cirujano de la Sociedad de Lucha de contra el Cáncer (SOLCA) Quito,
Patricio Peralta muchas veces se pierde un
diagnóstico temprano de cáncer de piel al prescindir de un estudio histopatológico.
En conversación con REDACCIÓN MÉDICA, Peralta ha mencionado que ha sido común encontrar durante la anamnesis, que sus pacientes refieren haberse sometido a una exéresis, mucho
tiempo antes del diagnóstico de cáncer de piel.
“Cualquier lesión o ulcera que no cicatrice en más de 4 o 6 semanas tiene que ser sometida a una biopsia, pero lo más importante es que sea enviada a estudio patológico. Ese es el principal problema que tenemos, se retiran las lesiones, pero no se envían al patólogo, es decir, hemos perdido la
valiosa oportunidad de tener un diagnóstico”, ha observado.
A propósito del
Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Piel, el especialista ha insistido en que “cualquier lesión pigmentada, que sea asimétrica, con más de un centímetro y bordes irregulares, debería ser sometido a una exéresis y, sobre todo, hacer una biopsia de esa lesión”.
Es responsabilidad del médico de atención primaria,
más aún en la zona rural, realizar el procedimiento completo “porque esto (el cáncer de piel) se ve mucho en nuestros
campesinos. Ellos (los médicos) están en la capacidad de hacerlo, ya que con un diagnóstico podemos resolver si el caso fuese maligno”, ha añadido.
El experto ha considerado que muchas veces “
se minimiza la lesión de la piel”, pero, por otro lado, ha mencionado que los patólogos entrenados “están centralizados en las grandes ciudades”.
Para ello, ha sugerido mantener las muestras. “
No necesitan sacar y enviar enseguida, lo importante es colocarlas en un lugar que las conserve, hacer un buen manejo, poner en medios preservantes y recoger así algunas muestras, para luego acudir al patólogo”, ha propuesto.
Dos tipos de cáncer
El cáncer de piel, según sus características microscópicas, se clasifica en dos grupos: melanomas y no melanomas.
Ventajosamente el
cáncer de piel no melanoma es de baja letalidad, al contrario de otros como el gástrico, de próstata o mama. Pero además tiene tratamientos, que “a pesar de ser un poco agresivos, o que implican deformaciones estéticas o funcionales, tienen un buen pronóstico”, ha dicho Peralta.
Los
no melanomas son los más frecuentes y constituyen el
90 por ciento de todos los tumores de la piel. De ellos, 98 por ciento son tumores basocelulares y escamocelulares.
El
melanoma es menos frecuente pero su comportamiento es más agresivo. A decir del especialista ese tipo de cáncer “tiene relación con la inmunidad, con los procesos de defensa del cuerpo y con el sol”.
En SOLCA “vemos melanomas
en las plantas de los pies, palmas de las manos y mucosas. Muchas veces requieren amputaciones de los dedos, reconstrucciones más grandes. Este tipo de casos requieren vigilancia estrecha”, ha comentado.
Estadísticas
Según el Registro Nacional de Tumores (RNT) de SOLCA, la capital tiene
la tasa de incidencia más alta de cáncer de piel en el país, seguido por Loja y Cuenca.
Cada año se reconocen
en promedio 650 casos nuevos en Quito. El cáncer de piel representa la
segunda causa de enfermedades oncológicas en hombres, detrás del de próstata y la tercera en mujeres después de tiroides y mama.
Si comparamos con otras regiones del mundo,
la incidencia en Quito se ubica en el puesto 19 entre 70 países que reportan sus datos en el Cancer Incidence in Five Continents, de la Agencia Internacional para la investigación del cáncer.
El cáncer de piel
es una enfermedad progresiva, que por lo general suele manifestarse a partir de los 50 años.