Cifras de cáncer cervical se contradicen en Ecuador
Un científico sugiere que esta patología no es tomada en serio por las mujeres ecuatorianas
César Bedoya, investigador ecuatoriano.
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Diego Mosquera. Quito
César Bedoya, director técnico del
Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación (INSPI), ha manifestado a REDACCIÓN MÉDICA, que los datos de muertes en Ecuador por
cáncer de cuello uterino se contradicen con los de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según Bedoya, este organismo internacional reportó en 2014 más de 1000 fallecidos por esta patología, cifra que contrasta con la reportada por Solca y el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEN) que hablan solo de unos 300.
“Este problema se da por el subregistro que existe de este tipo de
cáncer, que es una de las principales causas de muerte en
mujeres del Ecuador. La mayoría de casos se reportan por otras complicaciones haciendo que las estadísticas no sean del todo claras”, ha enfatizado.
Según datos de un estudio, se pudo determinar que los genotipos 16, 53 y 58 del
virus del papiloma humano (VPH) predominan en mujeres de la costa ecuatoriana. Además, 20 de cada 100 mil mujeres padecen de cáncer de cuello uterino en el país.
Acerca de estas estadísticas, Bedoya ha puntualizado que el 34,88 por ciento de mujeres tenía lesiones de alto grado de cáncer por el
genotipo 58, el cual no tiene
vacuna todavía. “Es preocupante esta situación ya que este genotipo es el más frecuente cuando se analizan los casos, adicionalmente calculamos que anualmente se gastan unos 20 millones de dólares por concepto de la patología”, ha sostenido.
Sobre la
problemática de esta enfermedad, el profesional ha sugerido que en Ecuador hace falta más conciencia en la ciudadanía sobre la gravedad de esta patología, ya que a su criterio existen trabas culturales y sociales que están determinando su crecimiento.
“Las
campañas se enfocan siempre en el cáncer de mama, pero no se habla del cervical, aquí los médicos deben insistir en sus
pacientes a realizase por lo menos una vez al año un examen completo, estoy seguro que si esto se vuelve un hábito en las mujeres bajarían radicalmente las cifras de incidencia, todavía es un problema social que debemos superar. Como institución queremos aportar a que la Salud de los ciudadanos mejore en el país”, ha explicado.