Edición Médica

Álvaro Maldonado, director Ejecutivo de IFI.

Cristina Coello. Quito
Solo en los 3 principales hospitales de la Seguridad Social (IESS) de Quito, Guayaquil y Cuenca, las últimas adquisiciones de medicamentos para patologías como cáncer, VIH o hemofilia se concretaron hasta finales del año pasado, y en algunos casos hasta 7 meses atrás, según se ha podido identificar en el portal del Servicio de Compras Públicas (SERCOP).
 
Es decir que ha pasado casi medio año sin un proceso de compra de medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas, catastróficas y raras, y por tanto “es evidente un desabastecimiento” ha enfatizado Álvaro Maldonado, director Ejecutivo de IFI (Industria Farmacéutica de Investigación) en Ecuador.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Maldonado ha considerado que los pacientes “están viviendo una doble crisis ante el riesgo que supone la COVID-19” y la reducción en el acceso oportuno a servicios de salud y tratamientos.
 
Por ello el directivo ha hecho un llamado a las nuevas autoridades gubernamentales y sanitarias para “desplegar urgentemente todos los esfuerzos y no descuidar a los pacientes no-COVID” y así tratar de reducir “el impacto irreversible” que el desabastecimiento ocasiona a estos pacientes.
 
“Como investigadores, desarrolladores y proveedores de medicamentos y tratamientos para patologías de alta complejidad, conocemos acerca de las graves consecuencias que implica la interrupción de los tratamientos en los pacientes; y nos mantenemos atentos a la normalización urgente de los procesos de contratación para responder con la diligencia debida, garantizando de nuestra parte el suministro oportuno conforme sea requerido”, ha asegurado Maldonado.
 
En el caso de unidades de salud del Ministerio de Salud Pública (MSP) como, por ejemplo, el de Especialidades Eugenio Espejo (HEEE) “no se ha comprado medicamentos oncológicos desde hace 5 meses”, ha relatado el directivo quien ha dejado claro que más allá de las instituciones en específico, se trata de un “problema general” en el sector público.
 
Así mismo, ha dejado claro que, aunque las unidades de salud tuvieran reservas de medicamentos, no es oportuno suspender los procesos de compra porque con el tiempo se agotan y “eso es precisamente lo que hemos visto, que en medio de una pandemia hay pacientes vulnerables y familiares reclamando en las calles por sus tratamientos”.
 
De allí que ha propuesto trabajar en “soluciones estructurales, sostenibles que eviten estos problemas y no solo realizar la compra inmediata para salir del paso, pues los pacientes no pueden interrumpir sus tratamientos”, ha insistido.

---