PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
Debaten la posible eliminación del semáforo nutricional como política pública de prevención
Rechazaron un posible retiro del etiquetado tipo semáforo
Panelistas en el foro sobre el semáforo nutricional en la UASB.
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Cristina Coello. Quito
La
Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) ha organizado un foro sobre los avances en política pública en salud y derechos del consumidor, donde varios expertos y autoridades han defendido al
semáforo nutricional como una herramienta efectiva de protección, frente a una tendencia de proporciones epidémicas de mal nutrición, principalmente infantil.
Jaime Breilh, docente y director del Centro de Estudios y Asesoría en Salud de la UASB, ha señalado a REDACCIÓN MÉDICA que es evidente y
preocupante el incremento de los procesos de mal nutrición los últimos años, principalmente por el consumo de alimentos procesados, ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Según el experto, esto
ha generado “un tsunami” de enfermedades crónicas (sobrepeso y obesidad) porque se ha consolidado un modo de sustentar la vida que “no obedece a la preocupación por alimentar sino de hacer negocio con estas mercancías que parecen alimentos, pero no lo son”.
“Este
modo de comer neoliberal es lo que tiene al mundo en un trance tan grave. La comida rápida ha aumentado en América Latina en un 48 por ciento, es un gran negocio, pero también
es una pesadilla desde el punto de vista epidemiológico”, ha advertido.
De allí que el experto ha considerado al
semáforo nutricional, como una política pública de gran impacto. “Tanto así que están queriendo darle de baja porque seguramente están haciendo cuentas de la disminución de ventas, principalmente en
bebidas da alto contenido de azúcar”, ha señalado.
“Este tipo de programas están presentes en países que tiene una
política de salud avanzada. En el país el etiquetado tipo semáforo es de lectura fácil, interpretación inmediata e impacto instantáneo. Ecuador es un ejemplo”, ha resaltado.
Por su parte,
Gina Watson, representante de la Organización Panamericana / Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Ecuador, ha señalado en el foro que
existe una asociación directa entre el consumo de productos procesados y ultraprocesados y las tasas de sobrepeso, obesidad y las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT). “Hay que aceptar que la obesidad en la niñez y adolescencia está en
proporciones epidémicas en la región”, ha advertido.
Reinaldo Páez de la Academia Ecuatoriana de Medicina;
Betzabé Tello, docente e investigadora de la Universidad Católica del Ecuador (PUCE), y
Myriam Paredes; del Comité de usuarias de Mercado de Alimentos, conferencistas invitados al foro, también han insistido en mantener el etiquetado de alimentos tipo semáforo como una medida de
protección al derecho a la salud establecido en la Constitución ecuatoriana.
Los expositores han rechazado las “señales” de que la
industria de alimentos y bebidas procesadas están influyendo ante ministerios (industria, comercio y agricultura) para debilitar o eliminar esa política de etiquetado.
Según los expertos hay suficiente evidencia científica que
demuestra la efectividad de la medida, pero también han considerado que puede mejorarse y que debe ser una propuesta integral de acción.
Reconocer y mantener logros
Verónica Espinosa, ministra de Salud, ha sido enfática en señalar que las políticas públicas en salud han sido diseñadas para cuidar los derechos de los ciudadanos y no pensadas en función de los intereses particulares.
No obstante, ha reconocido que es necesario “evaluar, identificar los beneficios potenciales, importancia e impacto (del etiquetado), pero también las oportunidades de
mejorar esa política, sin sacrificar lo ganado”.
“Sin duda pueden existir distorsiones, pero la pregunta es ¿Eso se corrige eliminando la política pública y los beneficios que se han generado? o ¿Se corrigen con nuevas acciones enfocadas a
resolver los problemas que aparecen o que no fueron abordados?”, ha preguntado la funcionaria.
Espinosa ha concluido en que “ninguna solución resuelve todos los problemas, ni tampoco todas las medidas pueden apuntar a tener éxito” pero “es momento de
hacer un reconocimiento de los logros alcanzados”, pues los resultados “deben enorgullecer al país, (el etiquetado) es una política de estado en la que hoy tenemos una
apropiación ciudadana”, ha asegurado.
Por otra parte, ha indicado que el Ministerio de Salud Pública es un organismo de “puertas
abiertas al diálogo” y sus funcionarios están dispuesto a
revisar con “todos los actores involucrados” un mejoramiento del modelo de etiquetado de alimentos.