Edición Médica

Andrea Portilla, psicóloga del HAIAM.

Cristina Coello. Quito
El Alzhéimer no tiene cura, pero su detección temprana deriva “en una mejor calidad de vida” a los pacientes y por ello “la clave está es un diagnóstico temprano”, ha asegurado a REDACCIÓN MÉDICA, Andrea Portilla, psicóloga del Hospital de Atención Integral del Adulto Mayor (HAIAM).

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Alzhéimer, el HAIAM promueve su programa de detección precoz y tratamiento (farmacológico y no farmacológico) que en conjunto con estimulación cognitiva permiten mejorar la calidad de vida de la persona afectada y su cuidador, además de una reducción del impacto familiar y social por la enfermedad.
 
Portilla ha advertido a los médicos de atención primaria para que vigilen síntomas como la pérdida de memoria de sus pacientes. “No asumamos que esa queja es producto de un envejecimiento normal. Muchas personas con Alzhéimer tienen un desenvolvimiento normal en la primera fase”.
 
“Por eso es muy importante la derivación a un psicólogo, psiquiatra para una evaluación integral y determinar el inicio de la enfermedad. En la atención primaria existen test de cribado como el MEC que nos ayuda a determinar indicios de deterioro cognitivo”, ha explicado Portilla.

Avance constante
 
Lamentablemente esta es una enfermedad que sigue avanzando y se calcula que actualmente existen más de 47 millones de persones afectadas y la incidencia seguirá incrementándose hasta 2050 cuando se estima que se triplique.
 
Según la especialista, “en el país se está dando prioridad a un plan de trabajo en torno a esta enfermedad, no solo tratamiento sino prevención”.
 
De allí que Portilla ha insistido en la detección temprana de las demencias. “Los primeros síntomas a  veces se confunden con el envejecimiento normal” y se hace necesaria una valoración neuropsicológica del adulto mayor.
 
Entre el 60 a 70 por ciento de las personas diagnosticadas con demencia padecen de Alzhéimer y las demás son demencias vasculares, mixtas o frontotemporales.
 
Según el HAIAM, en el Ecuador existen alrededor de 160.000 personas con Alzhéimer; muchos de ellos no diagnosticados “en parte por el pensamiento tradicional de que los problemas de memoria son normales para vejez”, ha comentado Portilla.

Finalmente, la especialista ha recordado que también influyen en las demencias las enfermedades no transmisibles por lo cual su control es transcendental.

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