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Salud Pública

INFORME UNFPA
Ecuador con la tasa más alta de embarazo adolescente de América Latina
Son más comunes en los hogares pobres
Miércoles, 17 de octubre de 2018, a las 17:05

Esteban Caballero, director de UNFPA para América Latina y el Caribe.


Redacción. Quito
Ecuador tiene la tasa más alta de embarazo adolescente de América Latina y el Caribe, según el último informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), denominado “El poder de decidir. Los derechos reproductivos y la transición demográfica”.
 
De acuerdo con el documento, Ecuador registra que 111 de cada mil jóvenes entre 15 y 19 años han estado embarazadas. Le sigue en el índice Honduras (103), Venezuela (95), Nicaragua (92) y Guatemala (92) con las mayores tasas.
 
Mientras que los países de la región con una menor tasa son Chile (41), Trinidad y Tobago (38), Curaçao (35), Aruba (35), Bahamas (32) y Martinica (20).
 
Según el organismo internacional, los embarazos en la adolescencia son más comunes en los hogares más pobres y se deben más por falta de acceso a métodos anticonceptivos que por el deseo de tener hijos.
 
Esa situación impide que puedan tener mayor acceso a la educación sexual o a la independencia económica, por lo que son más vulnerables a terminar embarazadas a temprana edad, y ello termina reproduciendo el círculo de pobreza.
 
"El embarazo adolescente aumenta el riesgo a una vulnerabilidad a lo largo del curso de la vida porque sí puede quitar oportunidades de mayor educación, empleo y por ende oportunidades de ingreso. Es un factor de transmisión generacional de la pobreza", afirmó el director de UNFPA para América Latina y el Caribe, Esteban Caballero.
 
Además, los embarazos no deseados estimulan la práctica del aborto en condiciones inseguras y de clandestinidad, en una región donde, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 44 por 1.000 mujeres de 15 a 44 años abortaron entre 2010 y 2014, una tasa 9 puntos superior a la media mundial.
 
"Las adolescentes que viven en hogares más ricos disponen de mejor información sobre la salud sexual y reproductiva, y de un mayor acceso a los servicios de control de la natalidad; incluso pueden acceder a servicios de aborto en condiciones de seguridad, aunque ilegales", ha mencionado el informe.
 
En busca de consenso
 
Para evitar el embarazo precoz, Caballero ha abogado por un consenso entre gobierno y sectores de la sociedad civil para establecer un nuevo enfoque, que facilite la educación sexual, el acceso a los anticonceptivos y el empoderamiento de la mujer.
 
"Es una realidad que existe pero que no siempre es reconocida y entonces no lo enfocamos desde un punto de vista de salud pública, sino que lo tomamos desde un punto de vista moral", ha dicho Caballero.
 
Estado de la población
 
El UNFPA ha determinado que el tamaño de los hogares está estrechamente relacionado con los derechos reproductivos, lo que a su vez se relaciona con muchos otros derechos, como el derecho a la salud, a la educación y al empleo. Cuando las personas pueden ejercer sus derechos, tienden a prosperar. Cuando estos se vulneran, las personas no logran alcanzar su pleno desarrollo y, en consecuencia, el desarrollo socioeconómico se ve amenazado, ha señalado el nuevo informe.
 
“La posibilidad de decidir puede cambiar el mundo. Puede mejorar rápidamente el bienestar de las mujeres y las niñas, transformar familias y sociedades, y acelerar el desarrollo mundial”, ha explicado Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, en el prólogo del informe.
 
Por ejemplo, cuando una mujer tiene la posibilidad de evitar o retrasar el embarazo, y dispone de los medios para hacerlo, ejerce un mayor control sobre su salud y puede incorporarse o permanecer en la fuerza de trabajo remunerada y alcanzar su pleno potencial económico.
 
El informe concluye que ningún país puede afirmar que todos sus ciudadanos disfrutan de sus derechos reproductivos en todo momento. La mayoría de las parejas no pueden tener el número de hijos que anhelan porque carecen del apoyo económico y social necesario para mantener el tamaño de familia que desean o porque carecen de los medios necesarios para controlar los embarazos. La necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos impide que cientos de millones de mujeres puedan elegir formar familias más pequeñas.