Edición Médica

Carmen Guerrero, ministra de Salud subrogante.

Redacción Quito
En el marco de la Semana de Concienciación del Uso de los Antimicrobianos, del 18 al 24 de noviembre, Ecuador a través del El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha ratificado su compromiso con la iniciativa del Comité Intersectorial de Prevención de la Resistencia de los Antimicrobianos (RAM).
 
Como parte de este compromiso, Carmen Guerrero, ministra de Salud subrogante, ha instado al trabajo intersectorial para la ejecución del Plan de Prevención y Control de la RAM 2019-2023.
 
Además, ha reiterado la necesidad de renovarlo para el periodo 2024-2031 y que esté alineado al Plan Decenal de Salud.
 
En este sentido, “tenemos que recordar que la RAM es una amenaza para la salud pública”, ha manifestado Freddy Pérez, asesor regional de investigación de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
 
Por ello, ha sostenido que para mitigar esta problemática hay que abordarlo de manera multisectorial para identificar áreas que requieren intervención. Entre ellas, la cadena agroalimentaria y así evitar su propagación.
 
Justamente, por la Semana de Concienciación del Uso de los Antimicrobianos se ha llevado a cabo la Tercera Conferencia Ministerial Mundial de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos en Muscat (Omán), donde se han discutido por primera vez los objetivos para abordar el desafío de la RAM a nivel mundial.
 
Asimismo, se ha acordado el Manifiesto Ministerial de Muscat, el cual establece tres objetivos globales: reducir la cantidad total de antimicrobianos utilizados en los sistemas agroalimentarios en al menos un 30-50 por ciento para 2030, impulsando los esfuerzos nacionales y mundiales; preservar antimicrobianos de importancia crítica para la medicina humana, poniendo fin al uso de antimicrobianos médicamente importantes para promover el crecimiento en animales; asegurar que los antibióticos del grupo 'Acceso' (una categoría de antibióticos que son asequibles, seguros y tienen un bajo riesgo de RAM) representen al menos el 60 por ciento del consumo total de antibióticos en humanos para 2030.
 
“Estos objetivos son clave para proteger la eficacia de los antimicrobianos y frenar el desarrollo de la RAM en todo el mundo, así como para reducir la contaminación ambiental y, a su vez, reducir la propagación de la RAM”, ha indicado la OPS.
 
Frente al manifiesto, los países se han comprometido a implementar planes de acción nacionales para la resistencia a los antimicrobianos y fortalecer la vigilancia mediante una mejor gestión y notificación de datos, participación del sector privado e implementación de prácticas basadas en evidencia.
 
En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH, fundada como OIE), conocida como la Cuadripartita, han dado la bienvenida a los resultados de la Conferencia para acelerar la acción sobre la resistencia a los antimicrobianos.
 
“La pandemia de COVID-19 puede haber limitado los esfuerzos globales para abordar la RAM, pero también ha demostrado los vínculos críticos entre humanos, animales y el ecosistema ambiental. Una variedad de partes interesadas, incluidos los sectores de atención de la salud, farmacéutico, veterinario, de seguridad alimentaria, agrícola y ambiental, tienen la responsabilidad compartida de continuar respondiendo colectivamente a la resistencia a los antimicrobianos”, ha señalado la OPS.

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