DESDE LA ACADEMIA
Ecuador, en buen momento para implementar Medicina Paliativa Pediátrica
Esta especialidad no se orienta únicamente al final de la vida y tiene altos índices de satisfacción
Michelle Grunauer, decana de la Escuela de Medicina de la USFQ.
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Jonathan Veletanga. Quito
Michelle Grunauer, decana de la Escuela de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que “
Ecuador todavía no logra implementar un modelo de Medicina Paliativa Pediátrica que sea eficiente y que cumpla con las necesidades del país”.
“Actualmente esta especialidad
se está haciendo visible en el país. Tenemos muy poquitas instituciones de Salud que se desarrollan dentro de esta área, así como algunos estudios y publicaciones relacionadas a Medicina Paliativa Pediátrica”, ha dicho.
Para la decana, en las instituciones donde se ha implementado esta especialidad la acogida ha sido “fantástica”, tanto que tienen
altos índices de satisfacción, así como de mejoras en la calidad de vida de los niños.
En este sentido, ha considerado que Ecuador “
está en un buen momento para implementar esta especialidad ya que tiene por lo menos 23 artículos que se relacionan directamente a la Medicina Paliativa Pediátrica y que están amparados dentro de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
Barreras en Ecuador
La decana de la Escuela de Medicina de la USFQ ha indicado que el modelo de atención de la Medicina Paliativa Pediátrica que
está centrado en el niño, la familia, la comunicación y planificación, no se ha consolidado en el país por varios motivos.
Uno de los factores principales es que
se piensa que se orienta solamente al final de la vida, algo que es “falso” porque ya existen estudios que han demostrado que los niños que reciben Medicina Paliativa desde el momento del diagnóstico y pronóstico, tienen una mejor calidad de vida, ha aseverado.
En este sentido ha explicado que la Medicina Paliativa Pediátrica no se orienta únicamente al final de la vida.
Ha asegurado que también puede ser beneficiosa ante cualquier diagnóstico que amenaza la vida como por ejemplo problemas cardíacos, cáncer, insuficiencia renal, infecciones, tuberculosis, enfermedades crónicas, enfermedades progresivas, entre otras condiciones complejas. Asimismo ayuda a mejorar la Salud de los niños que se encuentran en las unidades de Cuidados Intensivos Pediátricas y Neonatales.
Según ha citado,
un estudio reciente de la USFQ sobre Medicina Paliativa Pediátrica, realizado en el área de Cuidados Intensivos Pediátrica del Hospital de los Valles, mostró que la Salud y la calidad de vida de todos los niños, que recibieron Medicina Paliativa de forma temprana (con un enfoque en comunicación y soporte emocional) y al mismo tiempo que el tratamiento curativo, se benefició mucho, independientemente del pronóstico que hayan tenido.
Por otro lado Grunauer ha señalado que la falta de conocimiento de esta especialidad tanto por parte de las personas en general como de los profesionales de la Salud, y sobre todo la
falta de decisión de implementar Medicina Paliativa Pediátrica a nivel de atención primaria y dentro del Modelo de Atención Integral en Salud, han hecho que esta especialidad no se visibilice aún en el país.
“Por ejemplo no existe una guía nacional de Medicina Paliativa para el área pediátrica y neonatal, ni un acceso adecuado a la morfina oral. Como país debemos concientizar que la
Medicina Paliativa Pediátrica es un derecho”, ha manifestado.
El dato
Los
pilares fundamentales que involucra la Medicina Paliativa Pediátrica son: manejo preciso de síntomas como el dolor, la náusea, el vómito, entre otros; comunicación de malas noticias; soporte emocional para alcanzar metas, tanto de tratamiento como de vida; anticipar escenarios de posibles situaciones críticas, cuidados de fin de vida, así el manejo ético y legal de cada paciente.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) define los cuidados paliativos como “una estrategia que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias que enfrentan las condiciones asociadas a una enfermedad amenazante para la vida, mediante la prevención y el alivio del sufrimiento con la identificación, la evaluación y el tratamiento impecable del dolor y otros problemas físicos, psicosociales y espirituales. También se orienta al cuidado holístico del paciente”.