Edición Médica

Esteban Ortiz, médico investigador.

Diego Mosquera. Quito
Un estudio publicado por el investigador ecuatoriano Esteban Ortiz ha revelado que en el Ecuador se han gastado más de 200 millones de dólares en cesáreas sin justificación. El análisis se da entre los años 2001 y 2014.

La investigación denominada ‘Tarifas de Cesárea en Ecuador, un análisis comparativo de 13 años en los sistemas de Salud Pública y Privada’, ha destacado que entre esos años en el sector privado de Salud se han gastado 115 millones de dólares en 130 mil cesáreas, mientras que en el público la cifra llega a 92 millones en 108 mil procedimientos de este tipo (en total suman 238 mil cesáreas).

Ortiz, ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA que este análisis se basa en el tarifario establecido por el Ministerio de Salud Pública (MSP), que establece en 892 dólares el valor de una cesárea ‘sin complicaciones’.

Cálculos conservadores

“Hemos sido un tanto conservadores en cuanto a las cifras de referencia, usamos los precios base, pero la cantidad de dinero puede ser mucho más, ya que en clínicas privadas el costo es más alto y se cobran otros servicios”, ha manifestado.
El texto de la investigación también señala que, en cuanto a los 5 días adicionales de permiso que un padre recibe si su hijo nace por cesárea suman 1’190.000 días en aquellos 238 mil eventos innecesarios.

Además, señala que la tasa global de cesáreas en el país llega a 575 por cada 1.000 nacimientos en el sistema privado, mientras que el público 223, la edad promedio de las mujeres que ha dado a luz está entre los 20 y 40 años, desde el 2001 se ha incrementado un 50 por ciento las cesáreas en el Ecuador y su tasa de crecimiento es de un 4 por ciento anual.

“Solo el 36 por ciento de las cesáreas en el Ecuador tienen una justificación clínica para realizarse”, ha añadido Ortiz.

Recomendaciones

Frente a esta problemática, Ortiz ha sugerido varias alternativas para reducir estas cifras, entre las cuales se destacan: equiparar los costos dentro del tarifario o hacer que el parto se pague mejor que la cesárea; dar al menos 15 o más días de paternidad en partos normales; regular que todos los lugares donde se realice atención del parto cuente con equipo ‘pro-parto’ y permitir que el padre pueda presenciar el nacimiento de su hijo.

Adicionalmente, el investigador propone “promover la cultura pro-parto”, empoderar a la mujer sobre su cuerpo, educar sobre dolor, ansiedad y preguntas el momento del parto y generar guía sobre la ‘conversión de parto a cesárea’.

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