Edición Médica

Verónica Espinosa, viceministra de Gobernanza y Vigilancia de la Salud

Redacción. Quito
Verónica Espinosa, viceministra de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, representa a Ecuador en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) para poner fin al SIDA en el 2030.
 
Espinosa representará a Ecuador en la firma de la declaración política (negociada durante varios meses) con acciones concretas para avanzar hacia el fin del grave problema de salud.
 
Los objetivos del encuentro para Ecuador son posicionar  el trabajo del MSP “en lo referente a la garantía a la respuesta integral al VIH/SIDA, manifestar el compromiso del país en el cumplimiento del objetivo de eliminar al SIDA como un problema de salud pública para 2030, en alineación al Plan Nacional del Buen Vivir, las estrategias nacionales, la estrategia de ONUSIDA 2016-2021”, señala un comunicado de prensa.
 
“Asimismo ésta será la oportunidad para estrechar lasos internacionales a nivel subregional y regional, para el posicionamiento del país en materia de garantía de derechos y el intercambio de buenas prácticas con otros estados miembros a la vez que será un espacio para mantener reuniones técnicas que permitan fortalecer las áreas de cooperación en temas de salud y desarrollo”, añade la nota.
 
Según Naciones Unidas, la iniciativa pretende alcanzar para 2020 las ambiciosas metas de reducir las nuevas infecciones y los fallecimientos a menos de 500 mil, así como desterrar la discriminación relacionada con el VIH/Sida, todo esto de cara al gran objetivo de erradicarlo para 2030.
 
Para el director ejecutivo de ONU-Sida, Michel Sidibé, el evento que convoca a jefes de Estado, ministros, diplomáticos, expertos, representantes de la sociedad civil y víctimas de la enfermedad constituye una oportunidad única para fijar importantes compromisos.
 
Según Sidibé, entre los aspectos claves para aspirar a la derrota del virus está el financiamiento, el cual debe aumentar en un tercio, hasta 26 mil millones de dólares, para lograr el objetivo de un mundo libre del VIH/Sida para 2030.
 
La urgencia de los recursos pasa por el actual lamentable escenario de que menos de la mitad de los casi 37 millones de seres humanos positivos al VIH accedan a los medicamentos antirretrovirales.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONU-Sida.

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