Edición Médica

Una alimentación equilibrada es parte fundamental de la prevención.

Redacción. Quito
“Los malos hábitos alimenticios y una vida sedentaria o con poca actividad física, desencadenan problemas de salud. Estudios publicados por expertos en Nutrición refieren que muchas de las enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer, son derivadas de una mala alimentación”, ha señalado SOLCA Guayaquil, en un comunicado. 
 
Dolores Rodríguez Veintimilla, jefe del área de Nutrición Clínica y Dietética de SOLCA Guayaquil, ha explicado que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de tabaco y de alcohol, una alimentación poco saludable, la inactividad física y la contaminación del aire son factores de riesgo de cáncer y de otras enfermedades no transmisibles.
 
Además, se han publicado estudios epidemiológicos que muestran una fuerte relación causal entre algunos tipos de cáncer y determinados hábitos de vida, como el consumo de alimentos poco saludables. Según estos, “la mala alimentación sería la causante de más de la tercera parte de los casos”.
 
Al mismo tiempo, algunos nutrientes son protectores frente al cáncer. Por esta razón, Rodríguez ha recomendado mantener una dieta equilibrada y rica en componentes como ensaladas, frutas, carnes magras que resultan ser la clave perfecta para tener un estado de salud óptimo.
 
Atención con la obesidad
 
Según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), la obesidad también está asociada a por lo menos 13 tipos de cáncer. De hecho, el 9 por ciento de todos los cánceres están directamente relacionados a la obesidad.
 
No obstante, la buena noticia es que el aumento de peso sí se puede evitar, ha enfatizado SOLCA.
 
En este contexto, Rodríguez ha manifestado que en los últimos años la obesidad se ha convertido en un problema de salud cada vez más recurrente en niños y adultos.
 
“La obesidad es la madre de todas las batallas y realmente está muy asociada a la inactividad física. Por ejemplo, en los niños que ahora desde pequeños están dedicados más a los juegos de tipo electrónico que a hacer actividad física; a esto se suma el consumo desde temprana edad de comidas procesadas, ricas en carbohidratos simples y grasas saturadas”, ha dicho.
 
La especialista en Nutrióloga ha enfatizado que la prevención es la piedra angular de la salud y para ello la alimentación juega un rol preponderante. “Debemos velar por la buena alimentación desde el claustro materno hasta la última etapa de la vida”, ha insistido.
 
La alimentación incorrecta puede desencadenar otros problemas graves como enfermedad cardiovascular, hepatopatía, colesterol y triglicéridos elevados, diabetes, entre otras afecciones crónicas no transmisibles.
 
“En Solca, por ejemplo, se trabaja con un equipo multidisciplinario de expertos que no solo trabajan con el paciente en su problema de cáncer sino también en otras enfermedades asociadas que deben ser tratadas con mucha experticia”. Algunos pacientes que padecen de cáncer también son tratados por diabetes, hipertensión o depresión severa, ha concluido.

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