Edición Médica

Iván Sisa, docente USFQ.

Cristina Coello. Quito
El 42 por ciento de la población adulta mayor ecuatoriana tiene un alto riesgo de presentar enfermedad cardiovascular (ECV) en un período de 5 años, según un estudio de Iván Sisa, profesor de Epidemiología de la Universidad San Francisco de Quito.
 
Sisa ha mencionado a REDACCIÓN MÉDICA que la investigación muestra una “urgente necesidad” de prevención en el nivel primario de atención, mejorar el tratamiento médico y los estilos de vida.  
 
El investigador ha establecido el riesgo nacional de desarrollar ECV en la población adulta mayor ecuatoriana utilizando los modelos ‘Systematic Coronary Risk Evaluation in Older Persons (SCORE OP) Low’ y los resultados de este estudio de corte transversal “refleja que cerca del 42 por ciento de los adultos mayores tienen un alto riesgo de padecer ECV a lo largo de un período de 5 años”.
 
Este modelo de predicción “fue construido y validado específicamente para adultos mayores”, ya que en la literatura existen varios modelos, pero no para esta población.
 
Los datos nacionales sobre factores de riesgo cardiovascular se obtuvieron de la Encuesta Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE).
 
Sisa ha recordado que la mortalidad por ECV “se incrementará en América Latina debido al rápido envejecimiento de su población. Sin embargo, existe poca información sobre la evaluación del riesgo de ECV como medida de prevención primaria”, ha advertido.
 
Para el investigador, entre los adultos mayores existe una concienciación “insuficiente acerca de los factores de riesgo de ECV y su prevención”. Y esto, según la literatura médica es más prevalente entre las personas con bajo nivel educativo, económico y residentes en zonas rurales.
 
“Mi sugerencia es que a nivel primario usen estas herramientas de predicción para guiar las decisiones que el médico pueda tomar a nivel farmacológico y sugerir al paciente mejores estilos de vida”, ha insistido Sisa.
 
Datos
 
En la actualidad, la ECV es la principal causa de incapacidad y muerte en los países de Latinoamérica.
 
En general, la prevención de las ECV en individuos mayores representa un reto clínico, debido principalmente a las condiciones específicas asociadas a esta población como fragilidad, comorbilidades, polifarmacia, efectos adversos del tratamiento y paradojas de los factores de riesgo.
 
Sin embargo, sobre la base de la mejor evidencia disponible, las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas demuestran reducir el riesgo de episodios de ECV primaria en pacientes adultos mayores y, en especial, entre aquellos menores de 80 años.

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