RESULTADOS DE ENCUESTA
El 86% de la población ecuatoriana tiene una buena percepción de su estado de salud
El estudio permitirá entender algunas intervenciones en salud
El MSP presentó el primer estudio de valoración social de los estados de Salud.
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Cristina Coello. Quito
Tras la presentación, por primera vez en el país, de los resultados de la encuesta
(aquí el documento) de valoración social de los estados de salud en la población ecuatoriana, se ha podido determinar que el 86 por ciento de la población
asegura tener una buena percepción de su estado.
Ruth Lucio, coordinadora general de Desarrollo Estratégico del Ministerio de Salud Pública (MSP), ha señalado en la presentación
(aquí la nota) del documento que el Ecuador es uno de los pocos países en la región que tiene una experiencia de valoración de estados de salud.
Ecuador cuenta con una
muestra en las 23 provincias de 2.310 individuos de la zona urbana y rural, de entre 18 a 65 años. En
Chile se realizó con 2.000 personas mayores a 20 años de la región metropolitana y en
Brasil con 3.362 individuos entre 18 a 64 años en áreas urbanas.
Argentina solo tomó una muestra de pacientes en seis centros de atención primaria.
Tras el estudio, la
escala visual análoga (VAS) para la valoración del estado de salud, en la cual las personas valoran su estado de salud en una escala de entre 0 y 100, la población ecuatoriana señala en un
86,19 por ciento que tiene un año de vida saludable. Lo cual muestra que “el Ecuador está bastante bien”, ha mencionado Lucio.
La invetigación registra un
99,87 por ciento de efectividad de las encuestas realizadas y un margen de error menor al 1 por ciento.
Lo que se evaluó
El estudio presentada por el MSP ha revelado también
otros indicadores que permitirán medir las preferencias sociales de los ecuatorianos, respecto a la calidad de vida, producida por las intervenciones sanitarias.
Así pues, se ha realizado, básicamente, evaluaciones económicas y de las tecnologías sanitarias. En las evaluaciones económicas están el análisis
costo-beneficio de las inversiones; el
costo-efectividad; el
costo-utilidad y, el costo minimización.
Así
se obtuvo “una medida unificada muy clara que se puede comparar y no dar prioridad a una enfermedad respecto a otra, para en base a eso seleccionar una intervención con mejor costo-utilidad o costo efectiva”, ha explicado la coordinadora de desarrollo estratégico.
Esa información facilitará las evaluaciones de tecnologías sanitarias y “lleva a entregar al tomador de decisiones las
recomendaciones técnicas más apropiadas para que decidan”, ha añadido la funcionaria.
Las presiones del sistema
Esta primera encuesta permitirá “tener líneas de investigación, que aspiramos empiecen a generar las universidades”
y que faciliten la toma decisiones, “absolutamente técnicas, con las mejores soluciones dentro de los contextos de limitaciones con las cuales todos los países tienen”, ha comentado Lucio.
La funcionaria ha explicado que
en Salud los recursos son limitados pero la población sigue creciendo y un porcentaje envejece y por lo tanto tiene más enfermedades, pero también tiene más años de vida. “Por tanto, el sector salud estará crecientemente demandado por esas personas con más enfermedades y comorbilidades”.
Eso es cada vez más costoso y pone presión sobre el sistema. Además, hay
cambios epidemiológicos,
eso significa que se requieren cambios en el sistema y en los niveles de atención, “costos sumamente fuertes que ahora asume la sociedad ecuatoriana y que son necesarios validar”, ha dicho Lucio.
A eso se suma que también hay
ciudadanos empoderados que conocen más sobre nuevos tratamientos, lo cual también genera presión al sistema y “ahora hay que aprender a lidiar con eso”.
Los
cambios tecnológicos son otra presión y “
no necesariamente lo nuevo es mejor y por lo tanto cuando estas presiones se introducen es necesario pensar en las opciones”.
Ecuador es un país que
todavía no tiene un sistema nacional de salud consolidado. “Ha avanzado muchísimo en la parte relativa a la organización del Red Publica Integral de Salud; pero falta también mucho. Todavía seguimos fragmentados”, ha considerado Lucio.
Así pues, “era necesario hacer algo. Había que medir algunos indicadores y decidir
cómo hacemos para comparar resultados en salud, determinar qué intervención es mejor, dónde poner los recursos”, etc.
El cuestionario
EQ-5D-3L (EuroQol, 5 dimensiones 3 niveles), fue la herramienta seleccionada, ya que simplificaba los resultados, permite orientar sobre lo que es mejor y fue la utilizada en esta ‘Encuesta de valoración social de los estados de salud en la población ecuatoriana’.