Edición Médica

Daniel Noboa Azín, presidente electo del Ecuador.

Redacción. Quito
Con más del 97 por ciento de actas escrutadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), las cifras ubican a Daniel Noboa como el nuevo presidente electo del Ecuador.
 
Con corte al 16 de octubre (9h40), el candidato de la alianza ADN registra un 51.99 por ciento de votos válidos, mientras que Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana registra un 48.01 por ciento; y dado que esta tendencia es irreversible, Daniel Noboa de 35 años se convertirá en el presidente más joven de la historia del país.
 
Por este motivo, cabe recalcar cuáles serán sus ejes de trabajo en el campo de la salud. ¿Cumplirá con el desarrollo de sus propuestas?
 
Daniel Noboa Azín y su vicepresidenta Verónica Abad, han ofrecido en su plan de trabajo, llevar a cabo varios programas, acciones y estrategias para “hacer un uso más efectivo de los recursos y mejorar la salud y el bienestar de la población ecuatoriana”.
 
En el Eje 1, el Social, han planteado “planes y programas” enfocados a abordar áreas prioritarias y olvidadas dentro del sistema de salud, como: fortalecimiento de la atención primaria de salud a través del aumento de contrataciones de médicos, enfermeras y personal de salud en áreas rurales y desatendidas; creación de programas de salud preventivas en toda la red del sistema público sanitario.
 
También han propuesto una serie de acciones entorno a la materno infantil, como atención y asistencia a mujeres embarazadas para garantizar una gestación saludable y un parto seguro; programa de atención nutricional prenatal integral para disminuir los riesgos y complicaciones del feto; acceso equitativo a servicios y programas de salud para las personas gestantes; programas de apoyo y asistencia emocional y psicológico a mujeres en estado de gravidez; creación de programas de seguimiento postnatal.
 
Además, han asegurado que trabajarán para fortalecer la formación del personal de salud a través de la ampliación y mejoramiento de los programas de formación que estén en línea con las necesidades sanitarias del país; de programas de especialización y subespecialización en áreas críticas; y de becas para estudios en el exterior. También se trabajará en la capacitación de profesionales de la salud para ofrecer una atención adecuada y respetuosa a las personas LGBTQ+, incluyendo el acceso a tratamientos hormonales y psicoterapia para las personas trans que así lo deseen.
 
Asimismo, buscarán mejorar la infraestructura sanitaria menor mediante la modernización de las clínicas y centros de salud existentes (esta iniciativa no requiere inversiones tan grandes como la construcción de nuevos hospitales); extensión de Servicios de Salud Móviles especialmente en áreas rurales y remotas; tecnología en Salud (telemedicina y sistemas de información en salud).
 

---