Edición Médica

Elvia Vargas Trujilo, experta en programas de educación sexual.

Cristina Coello. Quito
La problemática del embarazo adolescente en Ecuador es un tema al que le falta evidencia científica para tomar decisiones. Para ello se ha convocado a la academia en un intento por generar nuevas acciones resolutivas, ha señalado a REDACCIÓN MÉDICA, Elvia Vargas, docente de la Universidad de los Andes de Colombia y experta en evaluación de programas de educación integral de la sexualidad.
 
A decir de la experta, el embarazo en la adolescencia es un problema de salud pública que ha sido abordado como un asunto de falta de información con respecto a los métodos anticonceptivos, o de acceso a los servicios de anticoncepción. Sin embargo, “la evidencia ha mostrado que esto no ha sido efectivo”.
 
“El embarazo adolescente es un síntoma, como la fiebre, y tenemos que averiguar las causas de las causas, el trasfondo para encontrar una real solución”. De allí que Vargas ha considerado necesario replantear los abordajes y ha propuesto desarrollar acciones promocionales, bajo una nueva teoría de la educación integral de la sexualidad.
 
El rol de la academia
 
“En Ecuador falta evidencia científica para tomar decisiones respecto al embarazo adolescente”, por lo cual ha hecho un llamado a la academia para construir nuevas herramientas de promoción y prevención.
 
Vargas ha destacado que el país tiene estadísticas que hablan de la ocurrencia del fenómeno, “sabemos la magnitud, el alcance, las consecuencias, pero no lo que lo está determinandolo” y para la experta “la academia tendría que identificar los vacíos existen y generar líneas de investigación y de acción”.
 
“Nos falta saber, por ejemplo, cómo los padres, las familias, las escuelas, estamos aportando a la solución o al problema. Cómo los medios de comunicación pueden facilitar o no la educación de la sexualidad. Cómo el personal de salud está contribuyendo a la solución o al contrario”, ha señalado.
 
La experta ha considerado prioritario “construir un programa (gubernamental) que les permita atender las causas profundas. La mayoría de las intervenciones, en el mundo entero, estaban centradas en las causas inmediatas y hoy sabemos que el fenómeno es mucho más complejo y que está asociado con otros determinantes sociales, como las relaciones con otros y el contexto (la pobreza, inequidad). Por eso es un fenómeno que debe ser abordado no solamente por salud o educación, sino por el Estado, la familia en pleno”, ha resaltado.
 
El rol de sector salud
 
Para Vargas, en esta problemática, “el sector salud puede comenzar a mirar de manera integral al niño, niña o adolescentes e identificar esos diferentes factores del contexto sociocultural que están incidiendo en la toma de decisiones”.
 
El personal de salud no solo debe atender el problema cuando ya se presenta, sino abordar la situación desde un enfoque promocional, ha dicho.
 
La experta ha insistido en que los mensajes promocionales “deben ser basados en evidencia, coherentes, acordes al desarrollo del niño o joven y ser sensibles al entorno donde están”.
 
Finalmente ha insistido en la construcción de una guía relacionada a la salud sexual y reproductiva que debe ser elaborada “colectivamente entre el personal de salud, educación y otros actores, con mensajes comunes, coherentes, complementarios, sinérgicos y pensar en la sexualidad desde una perspectiva integral”.

El dato
Vargas ha sido invitada a una jornada académica, organizada por el Ministerio de Educación y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
 

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