ENTREVISTA CON LA MINISTRA
Espinosa: Hay grandes intereses para que no exista un Código de Salud
Considera que ha existido oportunidades para construir la normativa
Verónica Espinosa, ministra de Salud.
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Cristina Coello. Quito
Más de seis años ha llevado a varios actores
intentar normar el sector salud y luego de que, finalmente, la Asamblea Nacional (AN) está definiendo un proyecto de Código Orgánico, siguen apareciendo voces que han hecho pública su inconformidad.
La ministra de Salud,
Verónica Espinosa, en conversación con REDACCIÓN MÉDICA, se ha preguntado por qué, luego de tantos espacios para discutir la normativa más importante que regirá a la salud ecuatoriana, siguen existiendo posiciones que evaden la construcción de esta política.
Ante ello, se ha planteado la posibilidad de que haya “gente a la que le interesa que no exista un Código Orgánico de la Salud (COS), o están
soñando con un código ideal, que es imposible de construir”.
Para la titular de la cartera de Salud, es posible tener
observaciones a la redacción del texto que está siendo analizado en la Comisión del derecho a la Salud de la AN, “pero en global, estamos de acuerdo” con la normativa planteada.
A decir de Espinosa, son más de 3.000 personas, organizaciones, gremios y demás actores que han construido y apoyan esa propuesta. “Es un código en el que
por primera vez se habla del sistema, de cómo va a estar organizado, financiado, trata la formación profesional, la capacitación continua, la carrera sanitaria, investigación científica”, entre otros temas, ha destacado.
Por eso se ha lamentado de que ahora existan detractores de la propuesta cuando se dio “todos los espacios para tener una construcción colectiva. Estoy de acuerdo en que no es perfecto, podemos todavía mejorarlo. Pero versus a la Ley Orgánica (que actualmente rige el sistema sanitario), ampliamente
la propuesta actual tiene muchos más elementos de configuración de un sistema de salud y de un modelo de atención integral que lo que tenemos a la fecha”, ha insistido.
Aun así, la funcionaria cree que “estamos todavía en el momento de aportar. Hubo espacios, pero
sigue habiendo la apertura para hacerlo. No vamos a dejar fuera una propuesta valiosa por el simple hecho de que no lo hizo en los espacios anteriores. Hay la necesidad de generar debate y encontrar consensos”, ha asegurado.
“Esto es una deuda muy grande y hemos hecho un trabajo serio, responsable y minucioso” para generar algunos
elementos básicos de organización del sistema y ha aclarado que la propuesta de COS dispone de lineamientos y políticas que ya están establecidos desde la constitución, como la gratuidad de los servicios de salud públicos.
El sistema de salud
La ministra cree que el
sistema de salud “es un aspecto medular del COS que tiene que estar muy bien definido y estructurado”. Ha dejado claro que, durante las mesas de diálogo, previo a la presentación del proyecto de ley realizadas el año pasado, se llegaron a tres grandes acuerdos sobre el tema.
El primero es que
debe existir un ente rector, y ese
debe ser el Ministerio de Salud Pública (MSP). “Los modelos de salud que funcionan tiene un ente rector y es una institucionalidad. El que exista una cabeza rectora no significa que el resto esté excluido. Significa que esa cabeza tiene que conducir, articular e involucrar a todos los demás actores, pero de una forma organizada”, ha insistido.
A su parecer, eso no significará que el MSP sea juez y parte. “El ejecutivo es ente rector, pero al mismo tiempo es prestador de servicios, porque
somos un Estado que se concibió como garante de derechos”.
La
supuesta ambigüedad de un ministerio prestador de servicios y punitivo “se replicaría en prácticamente todas las actividades que tenemos en el Estado. El ministerio del trabajo, educación, turismo, brindan servicios, pero también ponen normativas”, ha añadido.
El segundo consenso es que deben existir
“mecanismos activos de participación e involucramiento de todos quienes hacemos salud”. Para ello debe haber un consejo consultivo asesor de la autoridad sanitaria nacional “que participe por ley en la formulación de políticas (públicas), aconsejar al sector, en vigilar que la normativa se esté realizando, en decirle al ente rector cuándo no esta cumpliendo a cabalidad sus funciones y en apoyarle en que cumpla sus funciones”, ha dicho.
El tercer punto es que el
sistema tiene que funcionar de manera articulada y organizada para todos regirnos a las mismas normas.
La conclusión
La ministra ha sido enfática en señalar que el documento lleva años en debate y han existido oportunidades “plenas para que las personas se involucren, incorporen sus propuestas y aportes, pero con una lógica constructivas. Sin embargo, hay gente que no quiere construir,
que no les interesa construir”.
Es así que ha concluido en que
“hay grandes intereses para que no exista un COS y eso puede jalar muchísimos hilos para que aparezcan
voces detractoras. No importa lo que hagamos, nunca va haber un buen código. Sería una vergüenza como país que no seamos capaces de construir, seis años después, un código decente”, ha sentenciado.