ENTRE 2006 Y 2016
Estudio muestra reducción limitada en desigualdades de acceso a salud en mujeres ecuatorianas
Investigadores han analizado el impacto de las reformas en salud implementadas en los últimos años
Edy Quizhpe, docente investigador de la USFQ.
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Jonathan Veletanga. Quito
En Ecuador, entre 2006 y 2014, si bien ha aumentado el acceso a la atención médica en mujeres,
ha disminuido de manera limitada las desigualdades en salud en determinados grupos socioeconómicos, además, ciertas desigualdades sociales en el cuidado de la salud han permanecido o incluso se han incrementado con el tiempo. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el investigador ecuatoriano,
Edy Quizhpe.
En diálogo con EDICIÓN MÉDICA, el investigador ha explicado que han evaluado el impacto de las reformas en salud en el periodo 2006 y 2014 implementadas por el Gobierno para asegurar un acceso equitativo a los servicios de salud según las necesidades. Para esto han analizado y comparado
tres indicadores: acceso al parto institucional, realización del Papanicolau y uso de los anticonceptivos, en cinco variables socioeconómicas: lugar de residencia, etnia, educación, grupo ocupacional e ingresos del hogar.
Entonces, ¿toda la inversión realizada en salud ha ayudado a mejorar el acceso a los servicios de salud en las mujeres ecuatorianas? “Inicialmente sí, hubo una gran cobertura y las personas pudieron acceder más a los servicios”. Pero, si bien se redujo la desigual social en ciertos indicadores aún
hay una brecha muy importante de desigualdades por grupos socioeconómicos, ha sostenido Quizhpe, quien es docente de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
En el estudio se ha observado un aumento importante en el acceso al parto institucional en 4 de 5 variables socioeconómicas, no obstante aún
se mantienen las desigualdades por grupos ocupacionales.
No sucede lo mismo en relación al Papanicolau y uso de anticonceptivos. En estos dos parámetros se ha evidenciado un pequeño incremento de la cobertura, y lo que llama la atención es que todavía se mantienen las desigualdades (poca reducción) en todos los grupos socioeconómicos, ha agregado Quizhpe.
Por ejemplo, en el acceso al Papanicolau se ha observado altas desigualdades en relación al lugar de residencia, etnia y educación. Mientras que en el uso de anticonceptivos modernos la cobertura ha aumentado “modestamente” a pesar de la gran inversión en la compra y suministro de modernos anticonceptivos en la atención primaria y acceso a la ligadura en el nivel secundario de atención, especialmente después del parto.
A criterio de Quizhpe, estos datos muestran la
necesidad de adaptar las estrategias de salud al contexto de los diferentes grupos socioeconómicos del país, así como de implementar políticas de salud intercultural en el nivel de atención primario.
“No es lo mismo aplicar una estrategia en el sector urbano que en el rural, tampoco es lo mismo hacerlo en Cuenca o en Los Río. Hay que entender muy bien esto y
adecuar las políticas públicas de salud para ir reduciendo poco a poco las desigualdades”, ha recalcado.
Por este motivo, el investigador ha hecho
llamado al Gobierno y a las autoridades de salud para que tomen en consideración este estudio, el cual identifica en qué sectores existen desigualdades y barreras de acceso.
“Este estudio puede ser tomado como una línea de base por los tomadores de decisiones para que
monitoreen cómo van progresando las desigualdades en el país y puedan modificar sus políticas públicas”, ha sostenido.
El dato
Los investigadores han realizado el estudio con
datos públicos disponibles en las encuestas nacionales de medición del nivel de vida de 2006 y 2014 realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que seleccionaron un de 55.000 hogares en 2006 y 109.000 en 2014. Las encuestas para ambos períodos comprendieron mismo conjunto de preguntas.